El dueño de mi vida JB.

Capítulo 3

-Asi que tienes que casarte con otro hombre –me dijo Sebastián algo molesto, estábamos hablando por Skype como casi todas las noches-

-No me voy a casar de verdad

-Pero legalmente si

Mire su cara en la pantalla de mi portátil, no se le veía contento, estaba celoso y nunca en nuestros dos años de noviazgo nunca lo había visto celoso, Sebastián suele ser muy tranquilo y apacible, pensé que iba aceptar en seguida mi matrimonio falso con don pervertido, pero no.

-Lo se amor, pero es algo de mentira, solo es para conseguir los papeles

-Pensé que con el trabajo los conseguías

-Pues sí, el que me estaba ayudando era el señor Anthony, pero él fue despedido –dije y el frunció el ceño-, asi que mi nuevo jefe es el señor Bieber, el dueño de la empresa, el me despidió esta mañana

-Te despidió, pero te pidió que te casaras con el

-Lo sé, es raro, pero es cierto si la migración se entera que yo seguía ahí sin ser ciudadana podían demandar a la empresa y es lo que él quiere evitar

-O sea que si no te casas con él, básicamente te tienes que regresar sin nada

-Pues si –le dije torciendo un poco la boca-

Hubo un silencio entre los dos, él no sabía que contestarme ante la situación y yo no sabía que iba hacer si él me decía que no, hemos tenido este proyecto entre los dos, siempre hemos sido los dos.

-Está bien, pero te divorcias cuando tomes la ciudadanía

-Claro que si bebe

-Te amo –me dijo después de un tiempo y ahí estaba esa pequeña sonrisa dulce que me gustaba de el-

-Yo también te amo

-No más que yo amor

Hablamos por unos minutos más y luego nos despedimos como todas las noches, pero justo cuando iba a cerrar el computador me entra otra llamada por Skype.

"El dueño de tu vida" está llamando

¿El dueño de tu vida?, ¿Quién es? Y ¿Por qué ese nombre tan prepotente?

Aceptar llamando.

Veo la cara del don pervertido en la pantalla.

-¿Por qué no hablas? –Pregunto al ver que solo me quede viendo la pantalla-

-¿Cómo conseguiste mi correo de Skype?

-Soy tu jefe, tengo tu hoja de vida con todos tus datos –dijo como si fuera algo obvio, la verdad era obvio-

-¿Por qué tienes ese nombre?

-Porque soy el dueño de tu vida

-Claro que no

-Bueno no, pero próximamente lo seré

-Nunca lo serás

-Deja de pelear conmigo, soy tu jefe, no te conviene

-Ya no eres mi jefe, me despediste, te lo recuerdo