Capítulo 6

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Podría besarlo todo el día si él me lo permitiera.


-Está bien, ahora si vez a trabajar


Me lo quede mirando sin poder creerlo, mi ropa estaba totalmente desordenada y ajada gracias a que sus manos pasaron por todo mi cuerpo, mi respiración aun la tenía acelerara y ni hablemos de mis hormonas, para que ahora el maldito solo se aleja y me dice que siga trabajando.


-¡¿Es en serio?! –pregunte casi en un grito, el me miro serio y de la me sonrió-

-¿Quieres seguir? –Su ceja se alzó y una sonrisa maliciosa apareció en su rostro-

-Yo...

- Quítate las bragas y siéntate en mi cara

-¿Por qué?, ¿Tienes la nariz más grande que tu pene?


Él se sentó en su escritorio y me quedo viendo mientras sonreía, pero esta vez su sonrisa era tierna.


-Me caes bien

-Lo sé –le respondí sonriendo-

-Ven –me dijo levantándose, extendió su mano para que la tomara, lo mire por unos segundos dudando en si tomarla o no, el alzo sus cejas mirándome divertido, le sonreí y le tome la mano-


Durante el tiempo que estuve trabajando para Collins siempre tuve curiosidad de que había tras aquella puerta que había a un costado de la oficina, una vez le pregunte al mismo Collins pero hasta el mismo me dijo que no sabía, pues no tenía la llave de esa puerta, pero esta vez Justin me estaba dirigiendo hacia ella, pero cuando el la abrió habían unas pequeñas escalares que al subirlas me quede maravillada al ver la enorme terraza y la hermosa vista que mostraba hacia toda la ciudad.


-Siempre quise saber que habría detrás de esta puerta, una vez le pregunte a Collins

-Él no sabía que había aquí

-Lo sé, él me dijo que no sabía

-Cuando construyeron este edificio le dije al arquitecto que quería esto en mi oficina, es un buen lugar para escapar cuando tengo un día muy agobiado


Solté su mano y camine por aquella terraza, parecía algo irreal que él tuviera esta pequeña parte en el edificio, todo estaba decorado lleno de plantas, algunas flores, habían varias sillas de descanso y hasta una mini cocina y un mini bar, definitivamente supo construir su pequeño paraíso.


-¿Todo este tiempo este lugar estuvo solo y disponible?

-No, ves las puertas del ascensor –me dijo señalando al otro costado del lugar- tengo entrada directa desde el estacionamiento, una vez al semana siempre vengo para despejarme o si no me quedo aquí dos o tres noches –dijo y lo mire extraño-

-¿Dónde duermes? –pregunte y movió su mano hacia un pequeño cuarto-

-Ahí adentro hay una cama, también a veces tomo el colchón y lo traigo para acá, dormir con las estrellas encima de ti es algo bueno

-Definitivamente tienes un paraíso aquí –le dije mientras caminaba hacia el-

-Lo sé, no se lo digas a nadie, es mi escape

El dueño de mi vida JB.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora