R I ✝ U A L (Halloween 2017) -H.S. A.U.-

7.

30 de Octubre.

-Violeta, ¿No deberíamos hacer algo?- inquirió suavemente.

-¿Hacer qué? Estamos muertos... estoy muerta. - se corrigió.

-Vi... El deseo sin reglas. Podemos, podemos hacer el ritual, podemos pedir que nada de esto haya pasado, podemos volver el tiempo atrás. Violeta ¡Podemos volver atrás y evitar esto!- le tomó las manos.

Tenían una esperanza, al menos, podrían tener una solución.

- ¿Y si no funciona? Harry, lo sacaste de Internet...- no la dejó terminar cuando la interrumpió bruscamente.

-Mira, no sé cuanto tiempo estaremos aquí y si esa cosa que te persiguió lo hará siempre, al menos yo quiero tomar el riesgo y pedir mi deseo.- un poco molesto, habló. -Si tú no quieres hacerlo, bien, yo sí.- se levantó molesto y caminó fuera de la habitación.

Debía preparar las cosas que necesitaría, no tenía mucho tiempo. ¿Qué era? Un pañuelo negro, un vaso de agua, una vela... ¿Qué más? Debía empezar esa noche a las 00:00 ¿Dónde podría hacerlo?

Fue a la cocina y tomó vaso vacío, necesitaría una vela. La mujer de la limpieza le había dicho una vez que guardaba velas en el cajón de abajo para cuando se iba la luz. Rebuscó en los cajones hasta encontrar tres velas al fondo de uno de estos. Un pañuelo negro, antes solía usar bandanas en la cabeza, creí recordar tener algunas de color negro. Dejó el vaso y la vela sobre la barra americana y se encaminó a su habitación. Violeta ya no estaba allí.

Abrió sus cajones y sacó un puñado de bandanas. -Buenos tiempos.- pensó. Por alguna extraña razón, el absurdo accesorio traía a las chicas como moscos a la luz, y nunca pasaba desapercibido su aire de chico malo. Sonrío con el recuerdo. Buscó la negra y guardó las demás, sin importarle acomodarlas como estaban. Necesitaba saber si le hacía falta otra cosa, así que abrió su laptop, la página seguía allí, en una de las pestañas. Al parecer ya lo tenía todo, ahora ¿Debía ajustarse al plan del principio e ir a la fábrica? Había leído los comentarios que decían *No lo hagan en sus casas, el demonio se adueña del lugar en donde es llamado y rondará por allí por mucho tiempo.* Necesitaba un lugar, no podía hacerlo al aire libre o el demonio iba a quedar, de alguna manera, suelto, y no quería eso. Agarró un reloj de muñeca para ir bien con el tiempo.

Iba a tomar una mochila para guardar las cosas cuando escuchó el grito de Violeta. Con los nervios de punta, Harry corrió apresurado a buscar a su amiga. Ella estaba paralizada a un lado del sofá, mirando hacia la ventana, Harry giró du cabeza para observar lo más horrible que sus ojos hayan visto. No una, dos criaturas como la que había descrito Violeta estaban en la ventana, rasguñando y rugiendo, queriendo entrar. Harry tomó aire y se armó de valor ¿Qué eran esas cosas? No cabía duda que los querían, de cena, tal vez.

En un impulso valiente, Harry corrió a la cocina, con la mochila en sus manos, metió la vela, el vaso y una botella de agua, tomó un vaso más y salió corriendo. Violeta respiraba violentamente, y las criaturas empezaban a golpear el vidrio con sus largas uñas. Se metió el pañuelo en el bolsillo del pantalón y se colgó la mochila, tomó a Violeta del brazo y la llevó arrastrando a la salida.

-Harry...- gritó agitada. Estaba asustada.

-Solo corre, no digas nada. Corre.- dijo del mismo modo.

Violeta corrió de la mano de Harry, con las piernas temblandole aumentó su velocidad. No quería mirar hacia atrás, ninguno de los dos quería.

-Tendremos que escondernos.- murmuró agitado, Harry. -Si seguimos corriendo vamos a cansarnos y nos van a atrapar.

Agitados, ambos se metieron por entre los terrenos que dividían el bosque y las colinas, por detrás de algunos árboles, ambos avanzaban.