2.

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— ¿Un ritual de invocación?— preguntó Rob, completamente plasmado

¿Es que acaso Harry había perdido completamente la cabeza?

—Sí. Piensalo, es Halloween, los niños piden dulces, los pubertos se ponen a hacerle bromas a la gente, y los hombres— palmeó su espalda. —hacen rituales para hablar con demonios.

Rob suspiró, en efecto, Harry perdió la cabeza.

—No lo sé, bro ¿No sería peligroso?— insistió. Algo en ese "juego" no le parecía convincente, tenía algo que si lo pensabas detenidamente, sabías que podría tener consecuencias.

—No seas una nena, Robert, hasta Violeta está entusiasmada.

—Estaríamos jugando con algo desconocido, Harry. No soy una nena, sabes que me atrae todo lo de ese tipo, pero esta vez no creo que sea buena idea jugar con un supuesto Demonio, mucho menos en una fecha tan importante para ellos.—trató de hacerle entrar en razón.

Un ritual no era un juego, no era un cobarde, simplemente era razonable. Hay cosas con las que no debe jugarse, mucho menos en una fecha como el 31 de Octubre.

—Bien, como quieras. Violeta y yo lo haremos en el ático de casa de sus padres o en otro lugar, ella ya me confirmó que ellos saldrán esa noche así que no tendremos interrupciones. Si cambias de idea alcánzanos ese día a las ocho.—molesto por no poder convencer a su amigo para unirse al ritual, se dió la vuelta y se fue de allí.

Rob suspiró, ese chico necesitaba madurar y pensar las cosas con claridad. Ya no era un crío, era un adulto, y debía comportarse como tal.

Con el móvil entre sus manos, Harry caminaba por las calles, marcando el número de Violeta para avisarle que probablemente serían solo ellos dos en Halloween. Se llevó el móvil al oído y sin prestar mucha atención a su alrededor caminó en dirección a su departamento.

Hola...

El rechinar de unas llantas y un claxon casi le sacaron de un golpe el alma, así como el suspiro asustado de varias personas que lo rodeaban. Harry dio un salto en su lugar y miró a su lado izquierdo con el corazón acelerado, retrocediendo unos pasos, torpemente, con el rostro pálido y sudor frío que sintió descender por su espalda. El auto que, por suerte se había detenido, casi lo mata. ¡Maldita sea! ¡Un auto casi lo arrolla y lo mata!

— ¿Harry?

El conductor molesto volvió a sonar el claxon y Harry retrocedió más, aún plasmado, dejando pasar al auto. ¿Qué carajos? Con los pies bien puestos esta vez en la banqueta observó a su alrededor, la gente lo miraba curiosa, estuvo a punto de ser atropellado por un auto. Sacudió la cabeza saliendo del shock y escuchando a lo lejos la maldición que le gritó el automovilista que casi lo atropella.

Se había atravesado la calle sin darse cuenta. ¿Por qué se había bajado de la banqueta si no necesitaba cruzar la calle?

— ¡Harry! ¿Estás bien? ¿Hola? ¿Qué sucede?— Violeta al otro lado de la línea seguía intentando comunicarse.

—Estoy bien.— dijo para después pasarse la mano por la cara ¿Cómo se distrajo así? —Casi me arrolla un auto.—suspiró y caminó lejos, por la banqueta, por el camino que debía tomar desde un principio, evitando la mirada de las personas que casi presencian su accidente.

— ¡Qué idiota! ¿Te pasó algo? ¿El auto te golpeó?— Violeta le regañó a través del teléfono.

—No, ya te dije que estoy bien. Solo no estaba prestando atención.

—Si tú te mueres ¿Qué voy a hacer yo? Imbécil, me dejarás sola y te odiaré toda mi vida.

Harry rió un poco, deshaciéndose de la sensación fea pasada. Esa chica era, es y sería incorregible.

R I ✝ U A L (Halloween 2017) -H.S. A.U.-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora