Capítulo 9: El Pandicornio De Jack

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-Me debes 35 pesos- me dijo Jack de mal modo mientras se acomoda su sudadera y sale del GYM.

-Sí, sí, lo que quieras- conteste impaciente.

-Bueno, entonces quiero un pandicornio-

-Jack...- me interrumpió

-No, Jack, nada. Tu dijiste "Lo que quieras" y yo quiero un pandicornio- se cruzó de brazos e hizo un puchero.

-Algunas veces eres muy infantil, ¿Sabes? –

-Ya me lo has dicho unas ochocientas veces- se encogió de hombros, aún con los brazos cruzados.

-Bueno, ochocientos es muy...- no termine la frase y sacudí la cabeza –Me estoy desviando; a lo que venía.

-Cierto, ¿Por qué me hiciste perder 35 valiosos pesos? Que por cierto me pagaras junto con un pandicornio –

-Infantil- susurre –Necesito que me digas donde vive Ethan-

-Y ¿Por qué supones que yo sé donde vive? - cambio su rostro por completo, ya no había ni rastro de ese brillo juguetón en sus ojos.

-Simplemente lo sé. Ahora dímelo- le ordené

- ¿Para qué quieres saberlo?... Liza, después de cómo te hizo sentir hoy, ¿Lo quieres ver? – me tomó por los hombros.

-Por favor, Jack, es urgente- puse mi mejor cara triste, siempre funciona. Hoy no fue la excepción.

Suspiró y comenzó a caminar –Vamos es por aquí- sonreí victoriosa y llegué a su lado. –Quita esa sonrisa- simplemente reí.

Antes de cruzar la calle, Jack puso uno de sus brazos en mi estómago, y en eso paso un carro a una velocidad muy rápida.

-Fíjate antes de cruzar, mandona y enojona, aun así, me importas. Cruzó la calle, corrí para alcanzarlo.

-Infantil, dramático y sobre todo sobreprotector, tienes muchas personalidades, ¿eh? – le di unos golpecitos con mi codo en las costillas. No contestó y el resto del camino fue en silencio, un raro e inusual silencio.

~°~

-Aquí es- señaló una linda casa pequeña, de un piso, color café chocolate.

-Bien- caminé hacia la puerta, Toqué y en dos minutos salió la madre de Ethan. Su cara de asombro fue muy evidente, pero luego la cambio por una de completa felicidad.

- ¡Liza! - me abrazó muy fuerte - ¡Que gusto verte, linda! ¡Pasa, pasa! – miré a Jack y luego a ella.

-Vengo con un amigo- ella miró por encima de mi hombro.

- ¡Adelante, que pase! – se hizo a un lado para dejarnos pasar. Entré y Jack detrás de mí. Nos guio hasta la sala y nos indicó que nos sentáramos en unos sillones de hule color negro, pero veían muy descoloridos.

Cuando nos sentamos, sonrío.

- ¿A qué se debe esta agradable visita? –

-Vine a buscar a Ethan-

- Oh, Ethan no ha vuelto del instituto aún- nos miró raro. Trague saliva notablemente. - ¿Pasó algo, linda? –

-No, no, solo venía a pasarle unos apuntes para que se ponga al corriente con las clases- le di la mejor sonrisa que pude.

-Ay, Liza, siempre tan amable, pero, linda, ¿Y los apuntes? - cuestionó.

-Usted no se preocupe, ya nos vamos- me puse de pie rápidamente.

Enredo de Misterios: LaberintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora