Capítulo 4: Mal, Muy Mal

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-¿Que hacías con él?- pregunto Jack, yo solo sonreí

-Mmmmm... Pregunta equivocada, mas bien: ¿Que hacías TU con esa?- pregunte yo.

-Hoy no caeré en tu jueguito de preguntas- dijo con tono de advertencia

-Yo no juego a nada- conteste cono si nada. El plan esta saliendo a la perfección.

-Yaliza- dijo

-Jefferson- conteste en el mismo tono que él. Bufó y rodó los ojos, yo seguía sonriendo.

-Te lo repetiré una vez mas y esta vez si me contestaras... ¿Que.Hacías.Con.Él?- Preguntó separando cada palabra. Me limité a mirarlo a los ojos y sonreír.

-Vamos, Liza, no quiero utilizar el Whick- dijo ya mas calmado. Solté una carcajada.

-Oh, pero si tu usas el Which; yo lo haré también y recuerda que mis Whick son peores que los de ustedes dos, Juntos- no quite mi sonrisa en ningún momento.

-Kenna no sabe, eso es bueno- susurro pero logre escucharlo.

-Pero claro que lo sabe- dije yo con tono de burla, Jack me miro con los ojos muy abiertos.

-Pero ustedes...- lo interrumpí

-Tregua, gracias a ti-

-Pruebalo- se cruzo de brazos y me miro incrédulo, tomare eso con un reto, tome mi celular y le mostré los mensajes y las fotos a excepción de los últimos. En cuanto termino de leer, me puse de pie y salí de ahí.

Gemelas-2 Jack-0

Me fui a casa, no quería seguir viendo la cara de Jack

No sé donde se metió Arleth, le envié un mensaje diciéndole que me no estaba en el instituto, a lo que ella contesto que también se había ido.

Llegue a casa y Kenna estaba en la cocina con una bolsa de papel en la cabeza, solo se podían ver los ojos y nariz.

-¿Que haces aquí?- pregunto al verme.

-No quería seguir viendo su cara- conteste con una mueca, a lo que ella rió.

-¿La bolsa es por lo de el sábado?- pregunté y ella asintió con la bolsa.

-Perdón- le dije

-No te preocupes, ya necesitaba un cambio de look, aunque... No en los dientes- dijo y yo sonreí - Ahora soy rubia oxigenada, pero no de las huecas, de las oxigenadas- las dos reímos a carcajadas.

Tome la leche y un baso, se los di a mi hermana, ella me miro raro.

-Haz gárgaras con esto y se te quita el color de los dientes- aunque no la vea, se que esta sonriendo

-¿Segura?- cuestiono, pero había diversión en su rostro.

-¡Oye! No haría bromas tan pesadas si no tuviera en cuenta como solucionarlo-

Tomo las cosas y corrió supongo que a su habitación.

Después de un rato escuche la puerta de la entrada se abría, mamá y papá no pueden ser, ellos vienes hasta el viernes, Entonces...

-Ay, no- susurre y corrí a mi habitación, la cerré con seguro. Entre al armario y abrí la ventana del fondo que da hacia la habitación de Kenna-repito por tercera vez; nuestros padres nos dan demasiado dinero- toque su ventana para que abra, la abrió rápido.

Enredo de Misterios: LaberintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora