Capítulo 3: Venganzas

34 2 0
                                    

Después de como una hora y media de estar sentada y atada a la silla, escuche el sonido de la puerta abrirse y después cerrarse, Jack entro a la cocina y por lo poco que pude ver, traía algunas bolsas.

Kenna bajo corriendo y se dirigió directo a la cocina sin si siquiera mirarme.

-¡Me vengare al triple!- grite y en ese momento salieron de la cocina con las sonrisas mas macabras que había visto en ellos.

-Yaliza Akiler, Akiler 1 o mayor en casa y Akiler 2 en el instituto- dijo mi hermana sin quitar esa sonrisa macabra de su rostro -Aún estas a tiempo de reaccionar y decirnos la verdad-.

-Akiler mayor: Ya deja de mentir- ahora hablo Jack. No dije nada, ni siquiera abrí la boca, tengo en cuenta que no me irá nada bien si lo hago ya que ambos tienen las manos en la espalda y eso no significa nada bueno.

Como nadie decía nada, ellos solo me miraban con esa sonrisa que ya me esta empezando a fastidiar, y yo mirándolos a ellos no se con que expresión pero seguro matándolos con la mirada. Me atreví a hablar aun sabiendo que podría salirme muy caro.

-Muy bien, si me van a castigar por decir la verdad- pause, me encanta hacer pausas innecesarias cuando hablo para darle mas emoción- eso estará en su conciencia por el resto de sus vidas- mire a mi hermana - Tu, intento barato de clón mio, te arrepentirás- en mi rostro se formo una sonrisa de malicia, estoy segura- y por sus expresiones- que da mas miedo que las de ellos, juntas.

Se borro las sonrisas de sus rostros y Kenna trago saliva notablemente, pero volvió a su sonrisa de antes como si nada hubiera pasado nada.

-Si, lo que te deje dormir en la noche- dijo sin darle importancia.

-Bien, tómalo a juego,- dije yo, Jack solo nos miraba pero no decía nada, sabe que esto es cosa nuestra, continué hablando - pero, cuando estés llorando con mamá, también dile lo que tu me hiciste a mi; por que para ser chismosa... No eres muy buena- termine mi mini discurso con una gran sonrisa en mi rostro.

Kenna dio un paso hacia mi pero levante mi pie derecho y lo coloque en su estomago, impidiendo que se acercara más, en su cara se podía notar el enojo, sus ojos echaban fuego, estoy satisfecha con mis palabras.

-Oh, no,no, si te acercas al fuego... Podrías quemarte,- en este momento creo que mi sonrisa es mas grande que mi cara - querida hermana- termine de decir, gire a ver a Jack, el solo bajo la mirada hacia sus tenis, y se quedo mirándolos como si fueran la octava maravilla del mundo.

-¡No puedo mas! ¡Eres imposible!- grito Kenna

-Recuerda, querida hermana, nada es imposible- dije con calma.

-¡AGG!- grito, se dio la vuelta y subió por las escaleras dando fuertes pisadas.

Pase mi mirada a Jack que estaba igual que la ultima vez que lo vi.

-Ahora, tu- dije, levanto la cabeza y me vio -desatame- ordene.

Sin decir una palabra, lo hizo, cuando estaba libre lo primero que hice fue ir a mi habitación y lavar, de nuevo, la herida que estaba sangrando.

Cuando termine de lavar y vendar la herida, corrí y cerré la puerta de mi habitación con seguro, me dirigí a la cama por la carta y la cajita pero me lleve la sorpresa de que no estaban, NO ESTABAN, ay no, esto es mal, muy mal, peor, es horrible.

-No - susurre muy desesperada -¡NO! - grite demasiado fuerte. Baje corriendo las escaleras y Jack ya no estaba, fui a la cocina y en la puerta del refrigerador había una nota que decía:

"¿Perdiste algo, querida hermana"?

y era la letra de Kenna, ay no, esto no puede ser peor, al final de la nota había una flecha indicando hacia atrás, gire la nota pero no había nada, entonces fue cuando pensé en que tal vez se trataba de algo dentro del refrigerador, lo abrí y me encontré con tres fotos, en una esta la carta, en otra esta la cajita y en la ultima están las dos.

Enredo de Misterios: LaberintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora