Enredo de Misterios: Laberinto

Capítulo 10: Venganza, Dulce Venganza

Esperé unos segundos más, pero no se escuchó nada. Suspiro.

-Bien, tendrá que ser por las malas- me encogí de hombros, sabiendo que nadie me está viendo.

Le di la espalda a la puerta y saqué mi celular del bolsillo, marqué el número de Yves, espero que aún sea el mismo.

~Inicio de llamada~

- ¿Hola? - contestó la voz grave y rasposa de Yves.

- ¡Yves! - contesté emocionada.

- ¿Yaliza?... Yaliza, ¡Hola! Tanto tiempo, casi un año, me alegra escuchar que no me has olvidado- me hizo recordar las palabras de Ehtan- ... ¿Qué necesitas? -

-Que bien me conoces- le sonreí a la bocina.

- ¿Y bien? - insistió

-Necesito grava, cloroformo, un paño, cubre bocas, pintura de aceite, un bote, 5 metros de soga, tres metros de alambre del más delgado, pinzas para alambre, esposas y algo con que dar toques- enumere.

-Anotado, dame dos horas. Donde siempre- colgó.

~Fin de llamada~

Guardé mi celular y me dispuse a salir de la casa. Antes de tocar el pomo de la puerta principal, se escuchó un fuerte golpe en la planta alta, como de una puerta cerrándose con demasiada brusquedad.

-Aunque te alejes del fuego, al final, terminas quemándote. Siempre. - dije en un tono lo bastante fuerte, asegurándome que se escuchara en toda la casa. Salí y cerré detrás de mí.

Bien, tengo dos horas antes de reunirme con Yves y comenzar mi pequeño juego.

Deambule sin rumbo por el lado sur de la pequeña ciudad, odio pasar por el lado norte. Algunas personas lo llaman pueblo, porque está en el centro de un bosque y es demasiado pequeño para ser una ciudad; pero todos los habitantes sabemos que es una pequeña ciudad rodeada de árboles y naturaleza, sin importar lo que piensen los demás. Nosotros lo sabemos y con eso basta para vivir felices.

Mientras caminó, mi mente divaga en los últimos acontecimientos que han pasado hasta ahora.

El lugar extraño donde encontré la carta, Jack con la ramera, Jack gritándome, la misteriosa llegada de los nuevos justo unos días después de encontrar la carta, la llegada de Ethan, que entra en la llegada de los nuevos, Kenna y Jack mintiéndome, Dasher nervioso, como amenazado, la mirada entre Ethan y Arleth, como si se conocieran de años, y no solo eso, sino que se odiaran, Bletwin y sus comentarios, ¿Cómo sabe tanto de mí?, la llave perdida, las notas y su extraño destinatario, y justamente todo después de la carta.

Una voz me sacó de mis pensamientos. Oh, esa vos, ¿Por qué ahora?

- ¿Qué hace la princesita sin su escolta? - sonrió con su típica sonrisa burlona. Se encuentra a unos dos metros de distancia frente a mí. No dije nada y me dispuse a mirarlo, por primera vez,

Su cabello, despeinado y un poco largo, color café entre claro y oscuro, una rara combinación, con los rayos del sol le dan un toque rojizo. Su piel es pálida como el papel, tiene un buen cuerpo, debo admitir, y los ojos, wow, lo los había notado antes, son negros, tan negros como el cabello de Jack, Jack, ese pensamiento hizo que mi cara cambiara en un segundo. Volví a la realodad: Bletwin frente a mí.

- ¿Te interesa? - me sorprendió mi propia voz: neutra. No me moví de mi lugar.

-Técnicamente, no. Solo pregunté para hacerte fastidiar- calló un momento -Pero veo que no funcionó, un pensamiento que pasó por esa cabecita tuya, te hizo no solo fastidiar, sino rabiar. No yo. - sonrió con suficiencia. Comenzó a dar pequeños pasos para acercarse a mí.