Enredo de Misterios: Laberinto

Capítulo 12: A.N regresa.

Al salir de la dirección vagabundeé un poco por los pasillos del instituto. Luego de un rato, miré mi mano izquierda y leí lo que escribí en ella cuando estaba en la dirección molestando a Jack

"Yo confié en ellos"

Cómo en el caso del Whick, las reglas y todas las cosa que solo los tres entendemos; tenemos nombres clave, por así decirlo, esto es para cuando nos irritemos, enfadamos o molestamos, es el nombre clave para decirle que pare, que está pasando el límite.

El de Jack es J.J, por Jack Jefersson, el mío es Iza, por LIza, y el de Kenna es Maki.

Somos raros, lo sé. Pero 16 años de amistad y muchos ratos libres de aburrimiento no son buena combianción, y mucho menos con la mente infantil de Jack.

 No puedo creer que esto esté pasando, no con ellos; lo esperaría de cualquiera, pero no de mis hermanos. Todo por culpa de la maldita curiosidad. Si no hubiera...

-El hubiera no existe, Liza- me interrumpió alguien.

Levanté mi vista hasta la figura delante de mi. Cuando lo reconocí; detrás de ese rostro hinchado y ojos morados, está Ethan. No tardé ni un segundo en acortar la distancia y abrazarlo. Cuando lo hice, soltó un gruñido de dolor y me aparté rápido.

Tomé su rostro, con sumo cuidado, entre mis manos y lo examiné detalladamente.

 -¿Quién te hizo esto?- susurré.

Su rostro, su hermoso rostro, está lleno de cortadas, sus ojos, ambos, están morados e hinchados, apenas son una línea, sus labios están partidos y con múltiples cortadas, el pómulo derecho tiene un tono entre morado y rojo. Los lugares de su piel que no están cubiertos por la ropa, tienen moretones, y algunos tiene un tono verde oscuro.

Tomó mis manos y las retiró suavemente de su cara, al mirar sus manos, noté que sus nudillos están rojos y con heridas abiertas.

-No te acomplejes- susurró, bajando las manos pero sin soltar las mías.

-Ethan, ¿quién lo hizo?- dije ésta vez mas alto. Rehuyó mi mirada. -Ethan- traté de soltar mis manos, sin éxito -por favor- susurré.

Soltó mis manos con lentitud. No despegué la vista de su rostro, y él siguió sin mirarme a los ojos.

No estoy segura si he parpadeado o no, pero no puedo dejar de mirarlo, odiando más a cada segundo al que le hizo esto. Estoy planeando mi venganza, solo necesito un nombre, solo un simple nombre, alias, apellido o lo que sea, solo eso, lo demás lo hago yo.

No me puedo creer que alguien fue capas de semejante acto, no creo que exista siquiera algo lo suficientemente humano para hacer tal cosa.

Siempre creí que un humano no podría guardar tanto odio en su interior, entre más odio, más rápido te pudres.

Pero ahora me doy cuenta que siempre estuve equivocada; odio tanto a la persona que se atrevió a tocar a Ethan, lo desprecio, deseo su muerte...

Una mano en mi mejilla me hizo salir de mis pensamientos y volver de golpe a la realidad: Ethan, golpeado, herido, frente a mi.

-Hey, para el coche, Nada de venganza. ¿vale?- trató de sonreír, pero más bien fue una mueca.

-¿Pensé en voz alta?- cuestioné.

-No- río entre dientes -te conozco lo suficiente como para saber tus movimientos próximos- trató de encogerse de hombros.

-Pero cuando...-

-Cuándo llegué, escuché tu voz y llegué hacia ti cuando decías do del hubiera.-

-C...-

-Si, estabas pensando en voz alta, y si, sé que vas a preguntar antes de que si quiera lo pienses.- la comisura de su labio se levantó suavemente, pero al instante la sustituyó una mueca de dolor mal disimulada.

-No...-

-Estoy bien, no te preocupes, Liza.-

-Tú...-

-No tengo nada, estoy bien-

-Pero...-

-No, Liza.-

-¡Déjame hablar!- grité frustrada -¡No, no estas bien! ¡Y no, no es nada! ¡Es algo y grave! ¡¿Te haz visto en un espejo por lo menos?!- abrió la boca para hablar, pero levanté mi mano para detenerlo -¿Cómo pretendes venir hasta aquí, todo goleado y decirme "Estoy bien, Liza" así cómo así y pretender que no me preocupe? - traté de imitar su voz cuando repetí su frase.

-Vale, vale, lo siento. Es que sé como te pones cuando te alteras y conozco tu mirada cuando tienes pensamientos un tanto sádicos.-

-Eso no te da derecho a intentar pretender que todo está bien.- intenté parecer tranquila.

-Y eso no te da derecho a ti pretender estar tranquila.- Y ahí está el Ethan que yo conozco: Usando mis propias frases en  mi contra.

Sonreí y acuné su mejilla derecha con mi mano.

-¿Quién fue?- susurré.

-Liza...-

-No- lo interrumpí - nombre, apodo, alias, apellido, cualquier cosa sirve.-

-No lo sé- susurró de vuelta -solo dijeron: "Es un regalo de A.N."-

Abrí mucho mis ojos y dí un paso hacia atras, dejando caer mi mano.

-¿A.N? No puede ser- dije a nadie.

-¿Sabes quién es?- no respondí -¿Liza? ¿Yaliza? ¿Lo conoces?-

-No- me aclaré la garganta. -No, solo creí conocer el alias, eso es todo.-

-¿Por qué será que no te creo?-

Cree lo que quieras, Ethan- giré sobre mis talones y me alejé de él lo más rápido que pude.