Capítulo 29

154 30 39
                                    

POV NAYEON

Sentí un leve toque en mi mano, mientras intentaba despertar.

Me sentía tan agotada física y mentalmente, que por momentos pensé que no estaba en mi recamara, si quiera recordaba cómo había terminado tan arropada.

Salí un poco de entre mis sabanas y allí vi quien era la causante del leve toque en mis manos, Mina se había quedado dormida en el suelo recostada contra la orilla de mi cama sosteniendo mi mano.

Me sentía tan mal con ella y  conmigo misma, siento que no sé quién soy, nada pretendía saber y me odiaba por ello, porque muy dentro de mi sabía que me estaba hundiendo más y más.

¿Hasta dónde sabrá Mina y porque reacciona de esta forma tan "ajena"? Yo siendo ella estaría ahogándola en preguntas, no sé qué es peor las preguntas o su silencio, en estos momentos creo que su silencio, su silencio hace a Mina tan indescifrable y más si se mantiene oculta en su zona.

Me acerque lentamente para despertarla mientras veía su perfil, se veía tan ajena a todos mis pensamientos.

-¿En qué piensas tanto? -Dijo con un ojo entreabierto. -Hasta que despierta señorita. -Dijo antes que la pudiese tocar, tenía los ojos tan pequeñitos, reflejo de que quizás durmió bien.

Lo mismo digo yo. -Le dije ya levantada y dándole espacio para que se sentara junto a mí.

-Tranquila Nayeon, aquí estoy bien, desde el suelo se ven mejor las cosas. -Dijo y otra vez esa sensación de que me hablaba con una doble intensión.

-Eso se llama culpa. -Dijo una voz, en mi mente.

¿A qué te refieres con eso? -Le pregunte, quería que se sentara conmigo, me abrazara, me mimara no que se quedara en el suelo.

-Me refiero a eso. -Dijo, extendiendo su mano hasta mi pecho y entre abriendo la parte superior de mi pijama que estaba mal abotonada y dejaba al descubierto más de la cuenta.

Le di un fuerte golpe en la mano cuando intentaba tocar más allá y la pude escuchar reír.

-¿Pero por qué me pegas?  Si anoche fui yo quien te cambio y volví a ver esos lunares escondidos que tienes. -Creo que más que halagarme lo decía como burla.

Eres un tonta. ¿Qué hacías viendo eso? –Seguí la corriente. -Pero eso no importa, ven siéntate aquí. -Le dije pero ella se negó. 

-Es mejor que me vaya además es hora que desayunes.

-No te vayas, quédate. Quiero que te quedes a mimarme...

-¿A mimarte?

-¿Qué hay de tus padres? No creo que a tus padres les agrade la idea.

¿Cuándo te han importado mis padres? –Sonrió cuando me escucho decir esta frase, corroborando mis palabras. -Además mis padres ya piensan lo peor de nosotros. 

-¿Lo peor? -La expresión de Mina me ruborizo.  -Cuando te ruborizas eres hermosa. -Dijo.

Siéntate. -Le dije una vez más.

Mina termino sentándose, colocando su espalda igual que yo al respaldar de mi cama.

Sumergió su mano entre las sabanas y llego a mi muslo. -¿Qué fue eso de anoche? ¿Por qué estabas tan alterada? – Pregunto.

Permanecí callada, no sabía por dónde empezar.

-¿Por qué mejor no te arreglas y nos vamos a casa? -Dijo, acomodándose para verme mejor.

Essayer (I want you for me 2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora