Essayer (I want you for me 2da parte)

Capítulo 40 - Capítulo Final

TRES AÑOS DESPUÉS

POV MINA

Desde lo alto los problemas quizás sean más pequeños, pero no dejan de ser problema. -Escribí en el diario que me había regalado mi padre, vaya regalo... igual encerrada aquí no era que hacía mucho, por lo que finalmente termine usando de poemario.

-Myoui ya es hora. -El hombre de azul, me daba la noticia que esperaba.

Las cazadores de almas de las celdas abucheaban mi salida y el hombre de azul me felicitaba cruzando saludos. -Espero que encuentres el camino Mina. -Su mano me estrecho y pude salir.

-¡Hija! - Mi padre sonrió al verme.

Siempre quise un abrazo familiar y después de tanto tiempo tenía el más cercano a uno.

-¡Guapa! - Alguien tapaba mis ojos, podía reconocer su dulce voz de aquí a luna.

-¡Preciosa Aliss! -La abrase fuerte.

-No podía esperar a verte Mina, tan linda y gloriosa como siempre. -Me dijo sin dejarme caer sus brazos encima.

No creo que el cielo sea distinto para cada persona, pero el cielo visto desde la libertad es más azul que nunca, mis ojos no podían dejar pasar una vista del azul cielo que me cubría, el cielo brillaba gracias al verano el cual había llegado ya.

-Lo prometido es deuda hija. ¿Dónde deseas ir?

-Fiji.-Le respondí sin vacilar.

-¿Fiji? -Corearon Aliss y papá.

-Sí señor y señorita, allí quiero ir. ¿Algún problema? -Se me escapo una sonrisa dado que me sentía emocionada con aquel viaje.

-Mina me encanta tu sonrisa. -Aliss, tomaba mi mano.

-A mí la tuya Aliss. -Respondí y le devolví su apreton.

-Hija, debes volver. -Se pronunció mi padre para después aclarar su voz, al parecer aún se le complicaba algo hablar conmigo.

-Lo haré papá y seré la mejor de tus ejecutivas, lo prometo pero primero debo ir allá.

-¿Puedo ir contigo? -Aliss aun sostenía mi mano.

¿Te gusta la playa? -Le pregunte antes de darle una respuesta.

-La amo. -Aliss no vaciló en su respuesta.

Pues tu pelo rojo brillará bajo el sol de alguna playa de Fiji.

Nos vamos a Fiji. -La escuche reír mucho antes de abrazarme y su risa me agradaba tanto.

Acelere el paso e igual los otros dos quienes me acompañaban.

-Hija debes cuidar tu identidad, ha costado mucho dinero el tenerte afuera. -Papá volvía a la carga una vez estabamos dentro de la camioneta.

Lo sé. -Respondí.

-¿No piensas preguntarme por ella? -Pregunto temerosa Aliss.

-No lo haré prima. -Le respondí a Aliss. -Es suficiente con saber que está felizmente casada.

-No creo que esté felizmente casada. -Papá se pronunciaba.

-¿Jamás le confesaras que estuviste tres años de tu vida en ese lugar por protegerla a ella? -Pregunto Aliss.