Capítulo 9

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El móvil no paro jamás de sonar, entre Jeongyeon y Mina llenaron el buzón de voz tratando de localizarme. 

Pero uno: no me sentía bien para hablar con Jeongyeon sobre Momo; porque sabía que eso era lo que quería contarme.

Mientras que dos: tenía miedo de contarle todo esto a Mina y  verla sumergida en cosas de este tipo me era inquietante, saber que querría buscar culpables me aterraba.

De pronto todo quedo oscuro.

-Veo que estás en casa. -Me decía alguien al oído, por momentos su voz me era confusa.

-¡Oye! ¿Y tú acento? -Le pregunte al descubrir que era Momo.

¿Cómo te dejaron pasar?

-Aún tu mamá me quiere.- sonrió.

-¿Puedo? - preguntaba mientras tomaba de la silla del escritorio para sentarse.

No. -Le dije tratando de ser graciosa.

¡Oh! -decía mientras de apoco se iba alejando de la silla y tomaba mi alfombra fucsia como asiento.

Momo no era cierto. -Le decía tratando de que tomara nuevamente la silla. Pero no fue así y en el suelo se quedó.

Pues me sentare contigo, no me siento cómoda en la cama y tu allí tirada. -Le propuse.

-No es necesario. -Decía mientras se iba a acercando al lado donde yo estaba sentada.

-¿Cómo te has sentido? -me pregunto.

-¿Porque no has tomado ninguna de nuestras llamadas?

¿Sus llamadas? -Le pregunte, aunque imaginaba que se refería a Mina y a ella.

-Sí las de Jeongyeon y las mías.

Me sorprendí.

¿Han estado juntas?

-Sí gran parte de la mañana.

¡Wao! Ya veo. -Le dije en un tono seco.

El rostro de Momo se tornó bastante confuso. 

-Estuvimos comprando... -No la deje terminar su frase, como cuando un tren a toda velocidad impacta un edificio, le dije: -Note he pedido explicaciones.

Después de ese momento yo tampoco sabía que decirle, me sentía totalmente apenada, fueron varios minutos en silencio, mientras yo miraba los números que papá había dejado en aquel papel y ella miraba a la nada.

-Esta ha sido la primera vez que más he durado en tu recamara. - Dijo finalmente, mientras iba levantándose, quizás para marcharse.

Mi intuición fue levantarme, tomarle la mano y llevarle a sentarse junto a mi.

Es cierto. Es la primera vez que duras tanto. -Respondí.

Haz estado muy osada hoy. -Le decía mientras la terminaba de acomoda junto a mi.

-Es que he querido verte. -Sonrió, y yo le correspondí.

Mientras mi mente discutía, en que era lo que debía decir ahora, ella entonces se adelantó dejándome peor que antes.

-Eres muy linda Nayeon. -Me dijo mirándome directo a los ojos. -Mina es muy afortunada.–Finalmente recalco.

Sentí mis mejillas caliente al igual que mis orejas, lo más seguro es que tuviese ruborizada. 

Essayer (I want you for me 2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora