01 || KINTSUGI: "Mi alfa" || YM || ~Mila

08 🍁 Puedo olfatearla si quiero.

Para Jimin, la marea se veía estable.

En casa de Yoongi el ambiente resultó ser mucho más amigable de lo esperado. Tenía que admitir que antes de llegar ya estaba preparándose para que Yoongi no le dejara entrar, lo que sería comprensible. Sin embargo, el alfa no hizo mucho más que quedársele mirando y después, con torpeza, dejar a todo el grupo entrar.

Por suerte, todo había resultado tan bien que ahora incluso caminaba con su compañía.

—Lamento que hayas tenido que quedarte —habló Yoongi, con las manos en los bolsillos—. Mi madre algunas veces se entusiasma cuando nuevas personas van a la casa.

—Es una alfa adorable —comentó el chico, sonriente—. Ya veo de dónde sacaste la dulzura que intentas mantener oculta, Hyung. ¡Y tu padre es tan elegante! Parecía tan sabio, y divertido a la vez.

Yoongi, con los labios sin separar, escondió el cuello entre los hombros. Su mirada apuntando hacia el otro lado de la calle. Parecía no estar prestando atención a lo que el omega le decía.

—Me gusta cuando tus orejas se ponen rojas.

Yoongi lo observó de soslayo, rápidamente. —No eres demasiado tímido, ¿verdad?

Jimin dejó salir una risita.

—En realidad sí lo soy —admitió, arrugando el semblante con una sonrisa incómoda en la boca—. Me cuesta hacer amistades, y las pocas veces que lo logro las pierdo rápido. Supongo que... haber crecido en un orfanato tiene mucho que ver..., ya sabes. Con mi problema en formar relaciones —Se encogió de hombros para desvalorizar la situación—. Solo contigo soy así de directo. Y aun así me tengo que esforzar muchísimo. 

Jimin tragó un poco de saliva, mirando el cielo rosado.

—Por cierto..., Yoongi —volvió a hablar, cuando el silencio entre ambos se alargó por una cuadra entera—. Lamento si hice las cosas incómodas el otro día.

El alfa tensó la comisura de su labio. —¿Cuando nos viste besarnos? —Jimin asintió, sin mirarle—. No es necesario que te disculpes. No has hecho nada malo.

—Lo hice incómodo —insistió—. Estaba ahí por un trabajo y me fui corriendo después de verlos. Creo que Yonhee terminará enterándose de que me gustas en cualquier momento, si es que ya no lo está sospechando. Eso lo hará incómodo. Entre ustedes. Entre Yonhee y yo —Jimin suspiró exasperado—. ¿Lo ves? Siempre encuentro la manera de que mis amistades terminen destinadas a durar poco.

Yoongi lo miró un rato, con el corazón apretado por su tono tan triste.

—Yo también lo lamento —dijo el alfa después de un rato—. Lo de usar la voz. No es algo que suelo hacer. Perdón si te asusté —Jimin negó con su cabeza, mostrando una sonrisita tranquila, como si no hubiera sido nada—. Me pasa cuando estoy alterado, es cosa de temperamento. No tenía nada en contra de ti. Pero estabas gritando en medio del pasillo, en la mitad de un receso. Alguien hubiera podido escucharte, y yo... yo no quiero que ella se entere.

Jimin ni siquiera parecía necesitar una explicación. Simplemente lo comprendía. Le dolía, y su lobo se lamentaba con un sollozo cada vez que recordaba que había sido rechazado, pero podía comprender.

—Es una buena chica —murmuró el omega. Su voz un poco rota—. Yonhee. Es... ella es una buena chica.

El alfa posó la mirada sobre su rostro, pero Jimin no le devolvió la acción.

Después de cruzar la autopista vieron la parada de autobuses, justo al final de la cuadra. La brisa estaba tibia en medio de la calle. Calma, como la de sus respiraciones. Sin darse cuenta, sus pasos se volvieron más lentos.