01 || KINTSUGI: "Mi alfa" || YM || ~Mila

12 🍁 Diamante.

—¿Fue Jimin? ¿Todo el tiempo fue Jimin? —Yonhee daba vueltas de un lado hacia otro, mirando alrededor mientras sostenía su cabeza, casi como si se le pudiera salir de su lugar—. ¡Él era el omega! ¡Él era del que todos hablaban! —Yoongi pasó la lengua por su labio inferior y asintió, mirándose las manos. No quería mirarla a ella. Definitivamente no quería ver esa mirada decepcionada que le rompería el corazón.

Sabía que era su culpa. El que Yonhee se hubiera enterado era su culpa. Especialmente de esa manera.

Nunca debió permitir que pasara.

Hoseok tenía razón. Si realmente hubiera querido alejarse de Jimin lo hubiera hecho sin problemas. Hubiera encontrado la manera de renunciar al empleo y no volver a aparecer en la preparatoria. 

Pero si lo hubiera hecho, entonces...

—¿Hace cuánto tiempo? —preguntó de pronto la chica, con una voz más tranquila. 

Yonhee lo miraba de pie, viéndole sentado en las escaleras que llevaban a los vestidores.

Las canchas estaban siendo invadidas lentamente por los estudiantes de segundo año. Ninguno les prestaba atención. La tercera clase para los estudiantes de la preparatoria había comenzado, pero Yonhee seguía ahí, exigiendo explicaciones.

Yoongi levantó el mentón luego de pasarse la mano por la nuca.

—¿Hace cuánto tiempo qué?

Yonhee cerró los ojos por un segundo, afirmando la espalda en la pared y mirando al muchacho mientras decidía que, lo mejor, era sentarse en el suelo y mirar la forma de las nubes. 

—¿Hace cuánto tiempo a ti también te comenzó a gustar?            

Yoongi abrió los ojos cuando escuchó cómo algún idiota dejaba caer una pila de libros desde los estantes. Levantó la cabeza del escondite que hizo entre sus brazos y miró alrededor de la biblioteca, buscando con una vaga irritación al responsable de sus pensamientos interrumpidos. Lo encontró cuando el alfa soltó una risa. El ayudante de la biblioteca, escondido entre algún libro, lo siseó.

Hacía más de una hora que Yonhee decidió quedarse en la enfermería por una jaqueca. Jaqueca que no existía, claro está, pero una excusa necesaria y suficiente para que ella se tomara la mañana. 

Yonhee, en realidad, no había reaccionado tan mal como lo había imaginado. Ella parecía más preocupada en el bienestar de Jimin que en el peligro de ruptura que podría o no sufrir su relación. De hecho, ni siquiera le había exigido responder esa pregunta que por poco le hace vomitar el corazón, y Yoongi no sabía si era porque no le interesaba, o porque simplemente no quería escuchar la respuesta. O quizás la pregunta había sido hecha a propósito. Quizás Yonhee realmente quería que pensara en ello, tal y como lo ha estado haciendo durante las últimas dos horas, como un jodido loco.

Miró la pantalla de su celular para confirmar la hora. Su próxima clase comenzaba en veinte minutos.

Realmente necesitaba pensar y no solo en la pregunta de Yonhee. Quería pensar en Jimin, en su futuro, en lo que querían sus padres para él y en lo que él mismo quería para su vida. En la empresa familiar de la podría terminar siendo heredero. En el recital. Aún no sabía qué canción tocaría en el recital. ¿Debería practicar? No, ¿cómo podría practicar? Hay muchas cosas metidas en su cabeza.