❝ Cuando un alfa rechaza a su omega, cientos de situaciones son desencadenadas.❞
❄ Primera parte de dos, incluye los dos primeros arcos de la historia.
🌺 Trama policial / thriller
🌿 YoonMin // Omegaverse
🍁 Drama, romance, angst, happy...
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Escuchaba las conversaciones alegres, las carcajadas y las exclamaciones de los niños a través de la melodía de Chopin. Sus ojos concentrados en la tienda de golosinas al otro lado de la calle, donde uno de sus compañeros de clase pasaba el tiempo con sus amigos. Era el grupo problemático de la escuela. De esos de los que su madre solía decirle que se alejara. A Taehyung le daba curiosidad el incomprendido chico malo que les hacía de líder.
Todo lo demás era como eco.
Ninguna señal de ningún auto cerca del parque. No tenía que preocuparse, nadie nunca corría peligro en esa zona. Era un lugar pequeño. La gente era tranquila, cercana. Nadie daba un paso sin que todo el pueblo lo supiera.
—Teté, ¿a dónde vas?
Taehyung se detuvo antes de levantarse de la banca. Sus audífonos atascados en su cuello, sorprendiéndolo cuando la omega lo detuvo agarrándolos del cable que conectaba con su reproductor.
—Quédate aquí, volveré pronto.
La más pequeña arrugó el cejo. —Te acusaré con mamá. Ella dijo que no me dejaras sola. Los niños del colegio me encontrarán y volverán a molestarme.
—Los niños del colegio no te encontrarán aquí —insistió—. Anda, sólo voy allá. ¿Ves? Te traeré un helado.
—¿Te darás prisa?
—No tardaré más de cinco minutos.
Taehyung cruzó la calle rocosa, y entró curioso al pequeño lugar.
Pasó a un lado del ruidoso grupo, y logró estar a menos de unos centímetros de la espalda del chico malo. Respiró profundo, hasta avanzar al anciano Shoi. Metió la mano en el bolsillo de su pantalón y sacó cinco monedas mezcladas con algunos papelitos y el envoltorio de un chicle. Pidió un helado de chocolate con muchas chispas de colores. Dahye estaría feliz con ello.
Mientras el anciano se tomaba su tiempo en la preparación del helado, Taehyung miró a su costado. Admiró silenciosamente al alfa de su clase. El primer alfa que veía de su edad.
Quería pedirle algo de atención. Presentarse estaría bien. ¿Quizá al menos saludar? Sus padres y las señoras de las tiendas siempre decían que tenía un rostro muy bonito. Quizás podría utilizarlo. Ya llevaban una semana compartiendo clases y todavía no había hablado con ninguno. Suponía que el alfa tampoco lo había visto aún.
Se preguntó entonces si quizá les gustaban los animales de granja. O si compartían algún gusto musical. Taehyung confiaba en que al menos podría hacerse amigo de alguno de ellos. Tenía muchos temas de conversación. Iban de conocimientos de películas antiguas, a el gusto por las obras de teatro en donde su hermana menor actuaba.
Estaba a punto de dar un paso hacia los de aura interesante, entusiasmado en hacer amigos, hasta que vio el verdadero lado del grupo.
Esas risas cuando escondieron dulces de los estantes en sus bolsillos antes de salir de la tienda como campeones.
