CAPÍTULO 9

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El aeropuerto no estaba tan lleno que digamos. Por suerte no habían fans alocadas babeando por One Direction. Todo estaba tranquilo. Pero igual no nos salvamos de las contínuas miradas de la gente adulta.

Niall esperaba no muy ansioso su vuelo. Él definitivamente no quería dejarnos ni por un fin de semana. Era feliz con sus amigos. No lo culpaba. Pero también estaba un poco emocionado por ver a su familia.

El motivo por el cual Niall viajará a Irlanda era porque su sobrino, Theo, estaba enfermito y clamaba por su tío. Pobresito. Quisiera algún día conocer al pequeño. Sólo lo veo en fotos y es todo un amor. Quisiera cargarlo en mis brazos. Cantarle al oído. Acariciarle el cabello... Amo a los niños. Creo que seré buena madre. Depende de quién sea el padre...

Louis no le ha vuelto a hablar a Harry desde ayer en la tarde. Pensaba, al igual que lo pensaba Liam, que toda esta farza de ir a un crucero romántico era una tontería. Que Harry estaba mal de la cabeza y que no le perdonaría si me llegase a lastimar. Cosa rara, porque no le creo ni lo veo capaz a Harry dañandome. No físicamente. ¿Emocionalmente? Lo dudo...

A Zayn le daba igual, aunque admitió que no le gustaba la idea. Pero no se opuso tanto como lo hacían Liam y Louis. Y Niall... Fueron muy cuidadosos en no contarle nada respecto al asunto. Pero me dolía saber que le estabamos ocultando un secreto. Tarde o temprano se tenía que enterar. Si no es por ellos, será por mi parte, antes de que se entere por sí solo. Nunca le he engañado a alguien. Excepto a mis sentimientos.

Sentía un dolor muy grande en mi pecho saber que le estaba engañando al amor de mi vida. Aún no eramos nada, pero sentía que lo estaba traicionando.

A través de los altavoces podimos escuchar el anuncio del vuelo. Los pasajeros ya tenían que abordar porque en diez minutos el avión iba a despegar.

– Bueno, familia. Llegó el momento.

– Niall, te voy a extrañar – le di un fuerte abrazo. ¿Mi abrazo de oso? Por supuesto que sí.

– Este fin de semana pasará volando – Liam le dió palmaditas en la espalda.

– Este fin de semana capaz y suba algunos kilitos. Abrá más comida de sobra – bromeó Louis.

Nos reímos.

– Es verdad. Hay que aprovechar la corta ausencia de Niall – comentó Zayn.

– Gente, Niall, creo que el avión no esperará una eternidad – avisó Liam, dándole golpecitos a su reloj de muñeca.

– Cierto. Me voy. No me extrañen tanto. Volveré para robarles su comida.

– Cuídate, Horan. No hagas travesuras.

– Styles, tú eres el que no tiene que hacer travesuras – le señaló con un dedo, de forma amenazante. Pero todo en broma.

– Niall, no te olvides de traerme regalitos – sonreí.

– Princesa, ni lo dudes. Te prepararé un regalo mega especial – me guiñó un ojo –. Okay, estoy perdiendo más tiempo. Adiós. Nos veremos pronto.

– No lo dudo – dijo Liam.

Lo vi alejarse hasta que se escondió entre la muchedumbre. Solté un suspiro que lo estaba conteniendo. Ahora se venía el desafío.

Eché un vistaso a dirección de Harry y lo pillé observándome.

– No perdamos más el tiempo aquí. Volvamos – informó Liam.

Todos asentimos y lo seguimos hasta la salida.

* * *

El día estaba maravilloso. El sol se puso en lo más alto del cielo iluminando cada esquina de la ciudad. Yo observaba desde mi ventana la naturaleza viva. Ya estaba lista para el supuesto crucero con el chico con estilo. Me puse un jeans parchado Lee y un menudo cinto fino color rosa, una miniblusa con botones y con florecitas, un par de calzados coloridos sin puntero y unas gafas con marco de matiz azul. No quería vestirme de manera muy extravagante.

Noche de los Dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora