MONSTRUOS

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Lay dormía profundamente en la gran cama medieval con las cobijas hasta el cuello. De pronto, una figura esbelta y no tan alta se deslizó entre la oscuridad, moviéndose con tal sigilio que bien podría únicamente estar levitando en lugar de estar caminando.

—Eres un maldito degenerado —Baekhyun susurró juguetonamente poniendo sus brazos delante de sí mismo como si abrazara a alguien, aunque no parecía haber nadie entre sus brazos.

—Déjame —Suho protestó entre susurros.

—¿Te gusta el humano? —Baekhyun preguntó con diversión.

—¿De qué hablas, idiota?

—¿Y qué estás haciendo aquí sino? —el vampiro retó al ser invisible.

—Nada, yo solo...

—¿Baekhyun?

Lay se había despertado por los susurros que se escuchaban como suaves silbidos dentro de su habitación y se asustó al ver a Baekhyun parado frente a su cama, su primera idea había sido que el vampiro había llegado para tomarlo como la cena.

—Yo no... seguro mi sangre no sabe bien... —el estudiante quiso convencerlo—. Ve por la de Chanyeol, a él le fascina lo sobrenatural, estoy seguro de que le gustará dejarse morder...

—Pero tú te ves delicioso —Baekhyun aprovechó su momento para espantar al estudiante. Caminó hacia él con movimientos lentos y seductores y se subió a gatas a la gran cama. Lay retrocedió instintivamente cubriéndose más con las sábanas.

—¡No me comas! —Lay exclamó y sus labios temblaron. Baekhyun se levantó de la cama como arrastrado por una fuerza invisible trastabillando unos pasos hacia atrás.

—Déjalo en paz.

—¡Suho! —Lay exclamó con alivio al escuchar la voz del científico.

—Suho —Baekhyun repitió con tono burlón—. Te divertirías mucho más conmigo —aseguró, usando su tono más seductor y posando sus ojos fluorescentes sobre el humano.

—Divertirnos... —Lay murmuró cayendo en el poderoso hechizo del vampiro.

—¡Ah! —Baekhyun se quejó de pronto al recibir un golpe invisible en la parte trasera de su cabeza. El hechizo se desvaneció y Lay parpadeó confundido.

—Vete de aquí —la voz de Suho sonaba molesta.

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—¿Qué haces, humano? —preguntó el vampiro mientras se sentaba al borde de la ventana de nuevo.

El humano se enderezó en la cama en donde había estado tratando inútilmente de conciliar el sueño. A decir verdad, se había estado preguntando cuánto tiempo tardaría el vampiro en acechar dentro de su habitación.