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Sehun caminaba por los pasillos iluminados con antorchas preguntándose quién las encendía o apagaba. Tenía mucho miedo de todo aquello que no podía ver, además del terror que le provocaba la expectativa; cualquier monstruo podría aparecer de la nada y devorarlo, para colmo, Lay no estaba en su habitación, bueno, a decir verdad, nadie estaba en su habitación.

Por alguna razón sentía que alguien lo perseguía, pero cada vez que se volteaba para sorprender a su acosador, no encontraba nada más que oscuridad. 

—¡Lay! Ahí estás —Sehun exclamó aliviado al encontrar por fin a su mejor amigo caminando solitario por uno de los pasillos—. ¿Estás bien?

—Claro... aquí son amables —Layh respondió con una sonrisa. Sehun no estaba muy de acuerdo con esa afirmación, pero no lo contradijo.

—Te busqué en tu habitación, pero no estabas. ¿Por qué saliste?

Lay le sonrió a Sehun, quien siempre era muy protector a pesar de ser menor que él. —Solo tenía curiosidad.

—Deberíamos ir a mi habitación e intentar dormir. Buscaremos una forma para salir de aquí por la mañana.

—Suho dijo que estábamos atrapados aquí —Lay le informó.

—¿Quién es Suho? —Sehun preguntó frunciendo el ceño con confusión.

—Es el hombre invisible.

Sehun asintió sin saber de quién hablaba y no tardó en tomar su mano para arrastrarlo a una habitación en donde pudieran descansar en relativa seguridad. No sabía en dónde estaban los demás, excepto por Minseok que se encontraba jugando con el hombre lobo como si fuera su nueva mascota. Supuso que no debía preocuparse por él, tampoco por Kyungsoo o por Chanyeol porque probablemente se encontraban maravillados con todo lo existente en el escalofriante castillo. Pensó en seguir buscando a Tao, pero ya no quería seguir vagando por la oscuridad, rezaría por él.

El hermoso demonio con alas los observó desde las sombras hasta que hubieron entrado a la habitación, reconoció al otro humano como el que aparecía en los sueños de Sehun. Momentos después, la curiosidad le ganó a Luhan; se convirtió en humo para atravesar la puerta cerrada y le sorprendió encontrar al par de humanos dormidos en la misma cama aunque a cierta distancia. Su instinto le rogaba por invadir los sueños de Sehun una vez más, había algo en él que ciertamente le gustaba aunque no sabía el qué. Se recostó de nuevo en el tocador para observar sus sueños ignorando la presencia de Lay. Horas después, cuando el subconsciente de Sehun pudo recrear a Luhan por sí mismo, el demonio le miró boquiabierto.


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Minseok despertó cuando el sol hacía su aparición por el cielo, había dormido poco, la noche había sido muy extraña, pero se había llevado sus temores. Se estiró un poco y entonces notó un peso sobre sus tobillos, se alzó sobre sus codos para ver qué era lo que le impedía el movimiento y su vista se topó con el rostro de su nuevo amigo.

Chen estaba dormido en posición fetal cerca de sus pies, con la cabeza apoyada en sus tobillos.

 En su forma humana, el pantalón —que era la única prenda que el licántropo vestía— le iba muy grande. Minseok prestó atención a la forma y tamaño de su pecho, que subía y bajaba lentamente al ritmo de su respiración. Era muy atractivo...

—¿Te gusta más en su otra forma? —Baekhyun preguntó desde la ventana, logrando que el corazón del humano se detuviera por un instante.

—¿Siempre estás aquí? —Minseok preguntó intentando recobrarse del susto.

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