MONSTRUOS

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Tao despertó por fin luego de siete horas. Aunque al abrir los ojos y notar que se encontraba dentro de un sarcófago, se había puesto como loco y Kris había estado muy tentado a obligarlo a tomar más de su poción adormecedora para que volviera a dormir y dejara de gritar como una momia bebé.

A la luz del sol, el tenebroso castillo se veía únicamente como un viejo y desolado lugar, los demás estudiantes despertaron y no encontraron rastros de ningún monstruo, como si solo se hubiera tratado de una pesadilla o de un extraño sueño. Pero una extraña sensación de vacío se instalaba en el pecho de algunos al no verse rodeados de cosas sobrenaturales. Aún así, los estudiantes acomodaron sus mochilas y salieron a los jardines completamente iluminados por la luz del sol.

Chen los observó avanzar a todos muy juntos, especialmente, no podía apartar sus ojos de las mejillas sonrosadas de Minseok y dio un largo suspiro.

—¿Tienes alguna esperanza de que las puertas se abran para ellos? —Baekhyun preguntó a su amigo en voz muy baja, ambos estaban de pie bajo el umbral de la gran puerta principal.

—No —respondió rotundamente sin apartar la mirada de los humanos.

Baekhyun asintió no muy convencido, Kai los miraba atentamente también con los brazos cruzados sobre su pecho. Suho estaba con ellos aunque solamente Baekhyun podía verlo. El demonio con alas también observaba la partida de los humanos desde una ventana del tercer piso.

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—Vámonos de aquí —Tao apremió abriendo la reja, Sehun dio un paso al frente para seguir a Zitao llevando a Lay de la mano.

Minseok se detuvo con indecisión unos pasos antes de llegar a la reja.

—¿Es necesario que nos vayamos ya? —todos lo miraron por un momento—. El lugar es tan grande... podríamos explorarlo bien antes de marcharnos.

—El avión partirá en un par de horas, si no nos vamos ya, quién sabe qué tan difícil será volver a casa —Sehun protestó con un ceño fruncido y tal vez haciendo demasiada presión sobre la mano de su mejor amigo.

—Baekhyun dijo que el tiempo no pasa igual en este lugar —Chanyeol aportó—. Puede que llevemos más tiempo aquí de lo que parece.

—No sean tontos, es mejor irnos de aquí ahora —Tao replicó con una mezcla de inseguridades en su pecho y abrió la puerta de rejas para salir por ella. El viejo portón cedió con facilidad y lo dejó salir. Sehun dio un paso para seguirlo de nuevo, pero al atravesar la reja sintió como la mano de Lay se oponía a su fuerza, tuvo que soltarlo y se giró para verlo de frente.

Lay deslizó su mano fuera de la de Sehun al sentir que una pared invisible se construía entre ellos.

—No puedo... —susurró poniendo sus manos al frente como si intentara empujar ese algo invisible que lo separaba de Sehun.

Kyungsoo se adelantó un poco y también se encontró con el campo de fuerza invisible, luego Chanyeol y por último Minseok.

—¿Qué sucede? —Minseok preguntó, de pronto asustado, intentando atravesar la fuerza invisible para salir del castillo.

—No podemos salir... —Kyungsoo murmuró frunciendo su entrecejo.

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—Nunca hemos dejado ir a un humano, tenemos que saber si ellos pueden salir —Kris señaló, resguardado bajo el alto techo del gran vestíbulo.