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Todos subieron las escaleras de caracol siguiendo al moreno, Chen y Baekhyun cerraban la marcha.

—¿Quienes son ustedes? —Sehun, que caminaba al lado de Baekhyun, le preguntó.

—Oh, cariño, disculpa mis oxidados modales —Baekhyun pidió con amabilidad—. Él es Chen —dijo señalando a su amigo que caminaba al otro costado de Sehun, muy cerca de Minseok olfateándolo—, el amargado de allá Kai —dijo señalando al moreno que encabezaba la marcha— y yo soy Baekhyun.

—Sí, pero...—Sehun se detuvo un momento, la situación era tan extraña que estuvo a punto de echarse a reír solo por la falta de credibilidad.

—¿Qué? —Baekhyun lo animó con una sonrisa.

—¿Qué son? —Sehun preguntó por fin—. No son humanos...

—Todos lo fuimos alguna vez —Baekhyun señaló con cierta nostalgia.

—Ustedes son un vampiro y un hombre lobo¿no? —Lay preguntó a Baekhyun soltando la mano de Sehun. Baekhyun asintió con una sonrisa, Chen también sonrió.

—¿No se supone que son enemigos naturales o algo así? —Minseok preguntó, le parecía extraña la camaradería de esos dos seres sobrenaturales, tal vez los mitos estaban equivocados.

—Con el tiempo te acostumbras a las pulgas... —Baekhyun respondió con una sonrisa.

—Y al hedor de esa cosa —Chen murmuró arrugando la nariz en dirección a su amigo, aunque una cálida sonrisa adornaba su rostro.

—¿Entonces, cuando hay luna llena te conviertes en un lobo? —Chanyeol preguntó sin poder ocultar su fascinación a pesar del temor. La verdad era que de todos los presentes él era el más encantado con la idea de estar rodeado de leyendas vivientes. Si aún no se los habían comido, tal vez tenían esperanzas de salir a salvo de ahí, aunque pronto hubo un pinchazo de miedo en su pecho, habían terminado de subir los escalones e iban por un pasillo de piedra bastante amplio que parecía no tener fin.

—No soy un cambiaformas, si lo fuera me convertiría en un maldito conejo —Chen replicó arrugando su nariz de nuevo, de forma similar a los canes.

—¡Me gustan los conejos! —Lay señaló.

—A mí también —el licántropo murmuró con una sonrisa lasciva—. Saben delicioso, su carne es tan suave... —Chen estuvo a punto de babear.

Los ojos de Lay se redondearon y Kyungsoo decidió intervenir.

—¿Y entonces, eres mitad lobo y mitad hombre a la luna llena?

—Sí, algo así —coincidió el hombre lobo.

  —Ya te dije mi nombre, pero no me has dicho el tuyo —el vampiro le dijo a Sehun, recordándole a su mamá cuando le pedía que fuera educado.    

Sehun sonrió un poco avergonzado, a pesar de su altura, se sentía en desventaja frente al vampiro. —Me llamó Sehun —se presentó—, él es Lay —dijo levantando su mano que aún estaba unida a la de su mejor amigo.

  —Yo soy Chanyeol —el más alto, quien tenía el cabello de un extraño color, se presentó a sí mismo dándole un vistazo a Baekhyun—. Kyungsoo y Minseok —agregó levantando las manos que unía a las de los otros muchachos. 

Al vampiro le pareció extraño que todos fueran tomados de las manos.

—Soy Tao —el último joven murmuró—. ¿A dónde nos llevan? —preguntó, toda esa situación lo tenía al borde de una taquicardia.

—Los niños buenos deben irse a dormir —Kai gruñó. 

—Claro —el vampiro murmuró—, la noche apenas comienza, pero si quieren ir a dormir... ¿Suho? —Baekhyun llamó.

—¿Si? —respondió una voz masculina, pero su dueño no se dejó ver. Los humanos se juntaron un poco más entre sí, completamente aterrados. El dueño de esa voz estaba en el pasillo junto a ellos.

—¿Que duerman en las habitaciones del ala este? —preguntó el vampiro.

—Claro, ¿por qué no? —contestó la voz—. Y, Baekhyun, por favor no se los coman, tal vez ellos puedan ayudarnos.

Baekhyun sonrió maliciosamente y les hizo señas a los chicos para que lo siguieran. Kai les dio una última mirada y desapareció por un camino lateral a la sombra de la noche. Los demás avanzaron por un largo pasillo sin ventanas, tenuemente iluminado con pequeñas antorchas colocadas en la pared cada tantos metros.

Chanyeol observó al vampiro con curiosidad, su piel era increíblemente pálida, se veía casi cremosa y sus labios eran rojos. Era hermoso por cualquier ángulo en que lo vieras, pero le parecía peligroso a pesar de mostrarse tan amable, intuía que era un tramposo y que terminaría succionándole el cuello al primer inocente que encontrara fuera de guardia.

—¿Qué? —Baekhyun preguntó con una seductora sonrisa al notar que Chanyeol lo miraba demasiado. El alto desvió su mirada con una mezcla de temor e insana excitación.

Lay había soltado la mano de Sehun y se había rezagado un poco, caminaba al último detrás de Tao y de repente tropezó con algo que no pudo ver, como si hubiera una roca en medio del suelo. Trastabilló hacia adelante, pero una pequeña fuerza invisible lo detuvo haciendo presión en su pecho para evitar que se fuera de bruces.

Lay se detuvo, aunque su corazón echó a latir desbocado. Con sus labios temblando se giró hacia un lado y hacia otro frenéticamente, intentando ver algo o a alguien, pero no había nada a su alrededor. Se apresuró a alcanzar a sus amigos y se ubicó al lado del valiente Kyungsoo, que caminaba al frente, para sentirse protegido.

Baekhyun se detuvo por fin al lado de una puerta y señaló a Kyungsoo.

—Buenas noches —le dijo, invitándolo a pasar. Chanyeol y los demás lo siguieron pero el vampiro los detuvo—. ¿Y ustedes a dónde van? —preguntó alzando una ceja—. No es correcto que duerman juntos, solo hay una cama y además tenemos muchas habitaciones.

Otras cinco puertas en el pasillo se abrieron sin que nadie moviera un dedo y Baekhyun las señaló.

—Buenas noches —les dijo.

Sin entender por qué, todos le obedecieron aunque estuvieran aterrados. Chen se había recostado sobre una pared y los vigilaba a todos con sus ojos ambarinos.

—Se ven tan deliciosos, su carne es tan fresca y huelen tan bien... —musitó soñadoramente cuando los humanos hubieron cerrado sus puertas y suspiró taladrando con su intensa mirada la habitación en donde el pequeño bollito de carne se había encerrado—. ¿Puedo comerme solo a uno? —preguntó a la nada.

Dije que no. Por la mañana los quiero vivos, solo cuiden que nadie los asesine.

—No somos niñeras, Suho —Baekhyun protestó mirando fijamente a un punto frente a él—. Además esta noche habrá luna llena y no los necesitas a todos, con cuatro tienes suficiente, más de lo que nunca hubieras esperado.

—Los quiero vivos —repitió la voz sin cuerpo con tono terminante.  

  

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