Mudo

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Nunca fue hombre de muchas palabras ni un lobo de diversos aullidos. Sus hermanos gozaban aullar a la luz de la luna, pero Hans solo se limitaba a observarlos, sin unirse a ellos ni una sola vez. Nadie conocía el sonido de su voz, ni siquiera su madre lo había escuchado alguna vez quejarse, no en su forma homínida ni humana.

Llegó el día en el que se cansó de las constantes interrogantes de su manada y los dejó atrás, vagando sin rumbo hasta que se topó con un hombre que, de alguna forma, tenía lo que Hans más deseaba.

Formar parte de una familia que no se metiera en sus asuntos fue lo más grato de su existencia y con el tiempo se acostumbró a matar sin escrúpulos, aunque, como todo en la vida, llegó el arrepentimiento décadas después.

Más lo que nunca lamentó fue unirse a Max Montana, ya que a él le daba igual si hablaba o no y no insistía con el tema. A nadie le importaba que fuese mudo siempre que cumpliera con sus órdenes.

Fictober 2017: Hellsing StyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora