10.

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–Siempre he odiado estás estúpidas sillas de ruedas.  –Yuta dejó escapar una fuerte risa al escuchar aquello, sabía que Sicheng odiaba usar la silla de ruedas. Antes solía sentirse un tanto triste cada que recordaba el porqué de ello. Pero ahora ya era un algo normal y hasta divertido, escuchar a su novio quejarse de su única forma de transportarse.

–Podrías usar las prótesis. Pero eres flojo. Admítelo. –Empezó a manejar la silla de ruedas.

–Yuta. ¿Sabes lo que es caminar con piernas falsas? Es como comer chocolate blanco, y todos sabemos que no es realmente chocolate.

–Por Dios, Winwin.

–Bueno, lo único que me gusta de usar esta porquería, es que tú eres quien la manejas. –Volteó la cabeza para mirar al japonés.

–¿Te gusta que este contigo? –Dijo con ternura.

–Eso y también que yo no me malgasto las manos usándola. –Yuta mordió la oreja de su chico en señal de supuesto enojó.

–No te voy a dejar dormir, niño malo.

Don't go to sleep. «YuWin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora