Don't go to sleep. «YuWin»

14.

–¡Hijo!

Los padres de Sicheng llegaron al hospital corriendo, y al ver a su hijo se abalanzaron sobre él, llenándolo de besos y abrazos, todos llenos de dolor y desesperación.

–Es genial tenerlos aquí. –Yuta sentía unas ganas de llorar horribles cada vez que veía los ojos sin brillo y ya muertos del menor.

–Es un gusto tenerte como hijo.

Habían llegado tarde, vaya que lo habían hecho, su excusa fue el trabajo. Yuta nunca quiso a los padres de Sicheng, así como ellos nunca lo quisieron a él, y era justamente por eso, su irresponsabilidad. Sin embargo algo había cambiado, el señor Dong había llorado en el hombro de Yuta y le había dado las gracias por haber cuidado de esa manera a su hijo. Le habían pedido disculpas y le habían abrazado. Para luego decirle «Gracias por ser el amor de la vida de Sicheng, Yuta, tú también eres nuestro hijo.» Entonces fue ahí cuando el japonés se echó a llorar y se tiró al piso.

–Si se queda dormido, dormirá feliz de haberte tenido. –Dijo su nueva madre.