Don't go to sleep. «YuWin»

8.

–Extraño tus caricias... –Dijo el chino con un puchero en su rostro.

–Pero si siempre te acaricio, ¿Ya no te gusta? –El castaño imitó el puchero del otro, cruzando sus brazos sobre su pecho.

–No me refiero a esas caricias... –Un sonrojo demasiado fuerte creció bajo los pómulos del menor. Al igual que otra cosa.

Yuta vio a Sicheng en un estado... ¿Complicado? Más bien necesitado. No iba a negar que él también a extrañaba esas noches en las que en vez de dormir, hacían otras cosas sobre la cama. Pero el estado en el que se encontraba su novio no era muy favorable, además de que Sicheng no podía quitarse el delgado tuvo que le echaba la mano para poder respirar.

–Pero debemos ser silenciosos... Dios mío, Sicheng, que cosas me haces hacer... –Yuta se puso sobre Winwin, desprendiéndose de la camiseta que traía puesta.

–No sabía lo excitante que era hacerlo en un hospital.

Esa noche, ninguno durmió.