16.

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-¿A dónde vamos?

-Es una sorpresa.

-Yuta. No es justo, te aprovechas de tu novio lisiado, ciego y sin un pulmón. Genial.

Ah decir verdad, los doctores autorizaron la estancia de Sicheng en su departamento, aunque sólo fuera por cuatro horas. Pero Tuya había planeado ya todo para festejar el cumpleaños de su novio.

El departamento donde vivían era suficiente para que ambos vivieran, nada des había falta y nada les sobraba. En un inicio los padres de Yuta habían dicho que vivir juntos era algo muy precipitado para su edad de veintitrés, pero al final aceptaron y les ayudaron a amueblar su hogar.

El olor a café que siempre inundaba el lugar hizo que la piel de ambos se erizará, recordando todos los momentos que vivieron juntos.

Ambos estaban sentados en el suelo de la sala, Yuta le daba de comer a Sicheng en la boca, con delicadeza, apreciando más a detalle aquellos labios que lo enloquecían peor que varios tragos de alcohol.

-¿Y mi regalo? -Dijo el menor entrelazado sus dedos.

Yuta se levantó del suelo y fue directo a la grabadora, poniendo esa dulce y armoniosa música que tocaba el corazón de los dos. Sicheng se echó a llorar cuando Yuta empezó a cantarla para él, como la primera vez, mientras se acurrucaba a su lado.

Justo como la primera vez que la cantó, como la primera vez que se acostaron en el piso y se juraron amor eterno.

Don't go to sleep. «YuWin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora