Con cariño... -Pennywise x Reader- 💕(En Pausa)

❣️-6-❣️

Recogí del escalón a quien sería mi primer y nuevo mejor amigo, el primero que hacía en esta ciudad.

—Lista para lo más pesado?
—*Suspiro* Si...

Lleve en brazos a mi nuevo amigo para subir con el las escaleras y dejarlo en un lugar seguro en donde no se hiciese daño.

—Entonces, cual va a ser tu habitación y cuál va a ser tu estudio?
—Las dos habitaciones que se encuentran del lado derecho!
—Segura? Ya no van ha haber devoluciones.
—Si! Completamente segura!
—De acuerdo, pues comencemos.

Deje a mi pequeño amigo cerca de la escalera para que no lo fuéramos a lastimar, dejándolo junto al barandal para que no se fuera a caer.

Entramos a lo que sería la recámara de mi mamá y comenzamos a ensamblar cada parte de su cama para después ir acomodando cada mueble de su pertenencia, como su mesita de noche, su ropero, su buró y su tocador color blanco.

De ahí continuamos con mi habitación, era turno de ensamblar mi cama, colocar mi librero para poner todos los libros que tanto me gustaban y todos mis cuadernos, tanto de dibujo como de la escuela, mi mesita de noche junto con mi lámpara nocturna en forma de gato, mi ropero y mi tocador color negro.

Después seguimos con mi estudio, acomodamos mi escritorio, mi barra de ballet, mi caballete, mis bocinas junto con mi micrófono, mi silla donde solía pasar el rato pensando en las mejores historias, jugando en mi laptop, dibujando, escribiendo y por último mi restirador.

<Después acomodare todo a mi gusto>

Luego seguimos con el estudio de mi mamá, acomodamos su estantería donde ponía sus libros, su escritorio junto con su silla, su computador y una pequeña impresora.

Y lo último que faltaba era el baño, el cual era lo más fácil, pues solo teníamos que colocar nuestras cosas de higiene personal, toallas, entre otras cosas.

Por fin habíamos acabado y sin darnos cuenta ya estaba oscureciendo, lo bueno es que ya habíamos acabado la mayor parte.

Mamá fue por las ultimas cosas que faltaban, que eran nuestra ropa, cobijas, sábanas, cortinas y demás.

Colocamos cortinas en sus respectivos lugares, acomodamos las sábanas y cobijas en sus respectivas camas, colocamos nuestras prendas en donde debían de ir y así fue como por fin terminamos por el día de hoy.

Agotadas, adoloridas, cubiertas en sudor y con dolor de espalda.

Pero valió la pena, pues me sentía muy a gusto junto a mi madre en nuestro nuevo hogar.

Regrese a las escaleras para ir por mi pequeño paciente para poder curarlo, pero cuando llegue ya no estaba, solo había un abrigo rojo tirado en el suelo, no había ningún rastro del pequeño animal.

—Mamá! Agarraste al ave?
—No cariño, debe de estar en donde lo dejaste.
—Pues no está.
—Como que no está?
—En serio, no estás.
—No se habrá ido?
—No mamá.
—Pues no se, búscalo.
<Estoy muy segura de que no se pudo haber ido volando y mucho menos caminando... Se habrá caído?>

Baje las escaleras para asegurarme de que mis pensamientos eran solamente eso, pensamientos.
Llegue al final de la escalera, pero no estaba y por alguna extraña razón, decidí salir al jardín, prendí la luz que alumbraba uno de mis lugares favoritos de la casa y fue ahí cuando lo vi...