Con cariño... -Pennywise x Reader- 💕(En Pausa)

❣️-7-❣️

Clavado de cada extremo de sus alas, estaba crucificado en el mismo árbol donde lo encontré esta mañana.

No sabía que hacer, mi mente se había quedado en blanco ente tal escena, pero instantáneamente reaccioné dirigiéndome hacia el ave que al parecer aún seguía con vida, pero que de ahora en adelante jamás podría volver a volar.

—Mamá!!! -Grite a todo pulmón para que me pudiera escuchar y fue cuando volvió a acudir a mi llamado.
—Lo encontraste?
—Si, pero necesito un martillo, rápido!
—Por que?
Respondí a su pregunta mostrándole a la criatura que se encontraba agonizando, ella fue corriendo en busca de la herramienta y así como fue, regreso entregándome lo que le había pedido.

Con el martillo quite los clavos que apresaban a mi pequeño amigo, lo hice con mucho cuidado, pues el pobre ya había sufrido lo suficiente por el día de hoy.

Liberándolo de los clavos, lo lleve adentro de la casa, dejándolo en la mesa del comedor, había perdido mucha sangre y yo había llegado tarde como para poder tener una oportunidad para poder salvarlo.

Comencé a llorar, pues aunque por fuera yo siempre me veía muy fría y seria, en realidad era muy sensible y sentimental y aparte por qué vi morir en mis brazos a mi primer mascota cuando tan solo era una pequeña niña de 5 años.

Mi madre colocó su mano en mi espalda para consolarme por lo que había pasado.

—Hija, creo que será mejor que lo dejes ir.
—No mamá! No puedo hacer eso!
—Cariño, prefieres que siga sufriendo?
—No! Pero tampoco pienso dejarlo morir!
—Sabes perfectamente que él ya no aguantara mucho tiempo, así que... Que crees que sea lo mejor para él?
—(...)
—Ay amor... Déjalo en el jardín hasta que deje de respirar.
—No... no quiero que siga sufriendo... así que acabaré con su dolor...

Fui a la cocina, sacando un cuchillo de uno de los cajones de la alacena.
Jamás creí llegar a hacer esto en mi vida, pero mamá tenía razón, no podía dejarlo así.
Así que tome al ave y salí de nuevo al jardín con el cuchillo en una mano y con el ave en la otra.

Me arrodillé a orillas del árbol colocando a la pequeña criatura justo donde la encontré y con una mirada fría y con ambas manos firmes, levante el cuchillo, di un fuerte y pesado suspiro antes de acabar con el dolor, soltando una última lagrima en forma de despedida, baje con fuerza y rapidez mis manos, atravesando el cráneo del pequeño animal.
Pude escuchar como sus huesos se rompieron y como crujieron al atravesar aquel cuerpo tan devil con el arma.

Un nudo se hizo en mi garganta, silencié mi llanto para que mi madre no me escuchara,fue duro cometer el acto, pero lo hice por una buena razón.

<Espero que me puedas perdonar y que entiendas que no lo hice con mala intención>

Tome al pequeño animal haciéndolo a un lado.
Con las manos llenas de sangre, comencé a cavar un agujero para poder enterrar al ave y, así fue.
Colocando su pequeño cuerpo dentro del agujero lo cubrí con la tierra suelta que había quitado y con el cuchillo aplané un poco el área.

—Ven hija, ya es tarde y ya debemos ir a dormir...
—Si mamá...

Me levante del suelo para ir con mi mamá, ella me abrazo, para consolarme por mi perdida, correspondiendo al abrazo, entramos a la casa, lave mis manos en el fregadero y lave el cuchillo también, subí las escaleras junto a mi mamá para que cada quien se fuera a su habitación a descansar.

—No quieres desahogarte antes de ir a dormir?
—No mamá, estoy bien... gracias...
—Está bien, si necesitas algo me hablas, ok?
—Si... hasta mañana...
—Que descanses.