Chica Clandestina

PROBLEMAS

Estoy durmiendo plácidamente cuando mi móvil comienza a vibrar – Me cago en la puta, ¿quién cojones llama a estás horas joder? – lo agarro y veo que es John – John ¡joder! ¿Qué coño quieres? Más te vale que sea importante, porque como me hayas despertado a las tres de la mañana por una estupidez te juro que te mato – digo en voz baja para evitar que Justin se despierte

- Kanara tienes que venir rápido a la Organización nos están atacando – digo

- Me cago en la puta, ¿hace cuanto entraron? – pregunto

- Media hora – dice él

- ¿Y ahora me llamas pedazo de mierda? – le digo

- Si, joder, ven rápido, las cosas se están poniendo feas coño – dice y cuelga, me cambio de ropa y voy hacía el garaje, subo al coche más rápido que tengo y voy hacía la Organización, cuando llego salto hacía el vacío, y cuando llego abajo, cojo unas cuantas armas y comienzo a luchar.

Acabo con seis atacantes rápidamente, y cuando me volteo veo que uno se esta llevando a Ness, ella intenta forcejear, pero no puede zafarse de su agarre - ¿A dónde cree que va con mi hija? – salgo corriendo detrás de él y lo alcanzo antes de que pueda ascender a la superficie

- Ya estás soltando a mi hija, capullo – le digo

- No pienso hacerlo – dice

- Pues entonces no me dejas más remedio que matarte – digo

- No me gusta eso, creo que no la voy a soltar – dice con arrogancia

- Vale, te voy a hacer a una propuesta, tu me das a mi hija y yo a cambió te prometo matarte de forma rápida – digo - ¿Qué te parece? – le pregunto – Incluso en esto momentos se tener sentido del humor –

- No me gusta esa propuesta, además el jefe no quiere a la niña, te quiere a ti, ella solo era un cebo – dice el chico. Miro su uniforme y veo que es uno de los hombres de Armando, el hijo de un capullo al que asesiné hace años. – Jodido Armando ¿Cuándo me dejará en paz? –

- Esta bien, suelta a mi hija y me entregaré – digo

- ¿Como puedo saber que no te escaparás en cuanto elle este contigo? – cuestiona el chico

- Porque no volveré a perder a una hija por culpa del hijo de puta de tu jefe – digo con rabia, el duda unos instantes, pero acaba soltando a Ness, ella corre hacía mi y me abraza con fuerza

- Mami, tengo miedo, no quiero te vayas – me dice

- Escúchame atentamente Genesis, no me va a pasar nada ¿vale? – digo mientras aparto el cabello de su carita – Estaré de vuelta antes de que te des cuenta, mientras tanto tienes que prometerme que serás fuerte – le digo

- Seré fuerte – dice con la voz entrecortada

- Esa es mi niña – le digo mientras le doy un beso con la frente, ahora ve a esconderte, y diles a los chicos que estoy donde Armando, y a Justin, decirle que estaré pronto de vuelta, que no se meta en ningún lío y me cubra el tiempo que falte al instituto – ella se va corriendo y yo voy con el chico, el me esposa, se ata a la cuerda y ascendemos.

Me sube a la parte trasera del furgón, y al rato llegan dos chicos más, deben de ser los únicos supervivientes, y entran conmigo para vigilarme.

- ¿Y los demás? – pregunta el que me apreso antes de que los chicos entren

- Han caído – dice uno de ellos, yo sonrío orgullosa. Pasamos toda la noche en la carretera, y al amanecer llegamos a la guarida de Armando, aparcan dentro de una gran sala completamente blanca, y cuando me bajan del furgón veo a Armando.

- Te estaba esperando – dice en cuento me ve

- Yo a ti no – siseo con asco, el mira a los chicos y ve que me tienen esposada

- Por dios chicos soltadla, no es ningún perro, además no puede ser tan peligrosa como dicen – dice Armando, ellos obedecen y en cuanto tengo las manos libres, le pego un puñetazo en la nariz haciendo que esta se rompa, los chicos me sujetan para que no vuelva a pegarle.

- Diablo, Diablo, Diablo. Estas no son maneras de saludar a alguien – dice con arrogancia

- Vete a la mierda capullo – digo mientras escupo en el suelo

- Veo que sigues teniendo el mismo mal humor de siempre – me dice, y luego me pega un repaso – Aunque estás más buena ahora – dice mientras levanta mi camisa

- Deja la puta camisa en su sitio o te juro que te mato – siseo

- Calma gatita – dice mientras suelta mi camisa

- Que sepas que no pienso dejar que me toques – le digo

- Eso ya lo veremos – dice él – Llevadla a la celda – les dice a sus hombres, ellos obedecen, me llevan a una celda de aislamiento, esta oscura, pero ese no es un problema para mí, los vampiros podemos ver en la oscuridad.

- Por cierto, se me olvidaba mencionarlo, esa es la característica que me diferencia del resto de personas, son un vampiro, ahora ya lo sabéis –

Me tumbo en la cama y me quedo dormida, me despierto cuando noto la presencia de alguien, abro los ojos y veo a un chico que me trae la cena - Toma, aquí tienes tu comida – me dice amablemente

- Gracias – digo intentando no ser demasiado fría

- Oye, yo te puedo sacar de aquí – me dice

- ¿Cómo? – le cuestiono - ¿Y por qué quieres ayudarme? –

- Armando mato a mi hermana pequeña, Lucy, desde entonces me prometí a mi mismo que en cuanto tuviera la oportunidad de cambiar de banda lo haría – explica

- ¿Quieres unirte a los Latin Kings? – pregunto

- Si – dice él

- Esta bien, pero antes sácame de aquí – le pido

- Tardaré un día, solo necesito la oportunidad para desaparecer e ir a tu base para hablar con tu gente – me dice

- De acuerdo, necesitaré que me dejes un móvil para llamar a los chicos, sino eres hombre muerto – le digo

- Esta bien, aquí tienes el mío – dice mientras me lo entrega, lo agarro y marco el número de Alec

- ¿Hola? – contesta él desde el otro lado de la línea

- Alec, soy yo, Diablo, te llamo para informarte de que uno de los hombres de Armando irá a la base para hablar con vosotros, el sabe como sacarme de aquí – digo – No le hagáis daño, ahora es de los nuestros –

- Esta bien – dice él, cuelgo el teléfono y se lo entrego al chico

- Esto...disfruta de tu comida – dice mientras mira mis labios

- ¿Quieres besarme? – le pregunto

- Tanto se nota – dice avergonzado mientras se rasca la nuca

- Si – digo, mientras me acerco donde esta él, y poso mis labios sobre los suyos, pasamos unos instantes así y luego el se va, me siento y como lo que me ha traído el chico. Luego me acuesto en la cama, y paso un rato tumbada mirando al techo hasta que caigo en los Brazos de Morfeo.