Chica Clandestina

JUSTIN

Comienza un nuevo día, me levanto malhumorada – como siempre – y un poco dolorida por la pelea de ayer, el despertador suena incesantemente y como no acaba estampado contra la pared – no vuelvo a comprar otro aparato de esos en la vida, no los aguanto – voy a ducharme, me cambio de ropa y me maquillo para tapar las heridas y moraduras de ayer. Bajo y me preparo el desayuno, tostadas de mermelada con queso, acabo de desayunar y subo a asearme y a preparar el material para clase. Cuando lo tengo todo listo voy al garaje subo a mi Chevrolet y salgo camino al infierno.

El día pasa lento, y para empeorar las cosas Mary y Francis no vinieron porque tenían salida, paso todo el día sola. Acaban las clases y me quedo un rato en los lavabos hasta que todos se han ido, salgo y voy al aparcamiento, subo al coche y llamo a Valentine para decirle que hoy lucharé

- Valen, ¿te pillo en mal momento? – le pregunto

- No, dime ¿que necesitas? – dice él

- Nada, solo llamaba para avisarte de que hoy lucharé – digo

- Perfecto, ¿Correrás? – pregunta

- Eso ni se pregunta, claro que lo aré – digo divertida

- Pues de una hermana, nos vemos esta noche – dice y cuelga, salgo del infierno para dirigirme a casa, estoy en un semáforo cuando alguien toca el claxon a mi lado, me volteo y veo a J, mi ex.

- Hey Diablo, cuanto tiempo sin verte – dice - ¿Te hace una carrerita? –

- Ni de coña, podríamos meternos en problemas – le digo

- Venga porfa – ruega

- ¿No me dejarás hasta que corramos verdad? – digo divertida

- Nope – dice él con una sonrisa traviesa en la cara

- Hasta el Starbucks – digo antes de que el semáforo se ponga en verde - Quién pierda invita – arranco y cojo la delantera, aunque J me sigue de cerca, de repente, de la nada sale un chico – ¿pero se puede saber que cojones hace ese gilipollas? -, pego un frenazo quedando a centímetros de él.

- ¿¡Se puede saber que cojones te pasa!? ¿¡No te han enseñado que es un jodido paso de cebra o que!? ¡Casi te mato pedazo de gilipollas! – le grito enojada, el chico se voltea y veo que es Justin, mi bully particular del infierno – joder, lo que me faltaba, el día no puede ir a peor –

- ¿¡¡Tú estás loca!!? ¿¡Qué onda pasa contigo!? Casi me matas – dice el - ¿Además desde cuando una nerd corre? –

- ¿Y tú desde cuando eres tan gilipollas? – digo

- Nunca he sido gilipollas – se defiende

- Permíteme discrepar, además era una pregunta retórica pedazo de mierda no tenías que contestar, ya sé que lo tuyo viene de nacimiento – digo antipática – Kanara, respira y relájate –

- Deja de insultarme – dice él

- Are lo que me dé la gana – digo cortante

- Pero... - no le dejo acabar – Cállate ¿quieres? – digo tajante – Venga sube al coche te llevare a tu casa – digo más clamada después de respirar un par de veces y decirme a mí misma que no tengo que asesinarlo.

- No – dice decidido – Quiero ir a la tuya –

- Vale me equivocaba el día si que puede ir a peor, de hecho, lo acaba de hacer – ruedo los ojos y me volteo a verlo - ¿Y eso por qué? – le cuestiono – Desde cuando los "guais" vais a casa de los "nerds" por propia voluntad - le reto, para ver si consigo quitármelo de encima