NO CUENTES NADA

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Me despierto por la mañana y veo que estoy completamente desnuda, miro a Justin y veo que esta igual que yo, y su mano sigue en mis partes íntimas, la aparto con cuidado para evitar despertarlo y me levanto de la cama. Cuando ya estoy de pie me percato de que he destapado su virilidad, que ya no esta empalmada, sin darme cuenta me quedo mirándola atontada. Me despejo y decido que es mejor despertarlo

- Justin vida despierta – digo mientras le doy un beso corto en los labios, el abre los ojos y me pega un repaso, se queda mirando mi vagina y luego acerca la mano y la acaricia, se acerca a ella la besa y comienza a chuparla.

- Tu vagina sabe a gloria – dice después de un rato mientras la observa estirado en el suelo y juguetea con mi clítoris.

- Voy a ducharme, ¿vienes? – digo

- Claro – dice mientras se incorpora. Vamos a la ducha y nos pasamos ahí un buen rato tumbados en la bañera, cuando salimos me cambio de ropa, como no hay clase decido ponerme un camisón fino transparente de color blanco y las zapatillas de andar por casa, y a Justin le dejo una camiseta que era de mi padre.

Nos cambiamos y bajamos a la cocina, preparo unas crepes mientras que Justin hace jugo de manzana, cuando lo tenemos todo listo nos sentamos en el sofá y seguimos viendo Caso Abierto.

- Justin – lo llamo

- Dime amor – dice tierno

- Tengo que decirte una cosa importante – digo

- ¿Sobre que trata? – pregunta

- Sobre quién soy en realidad – digo

- ¿A que te refieres? – pregunta extrañado

- No debería contártelo, pero no quiero que haya secretos entre nosotros, eso sí me tienes que prometer que no contarás nada de lo que te voy a decir – digo

- Vale me estás asustando, ¿Qué es eso tan secreto que no puedo contar a nadie? – pregunta

- Soy una agente encubierta del gobierno – digo

- ¿A que te refieres? – pregunta confuso

- Pues eso, que me dedico a infiltrarme en todo tipo de sitios, desde mafias hasta empresas corruptas aparentemente serias, para quitar a los malos del medio, tengo muchos enemigos alrededor del mundo, ya que además de eso soy cazarrecompensas. Por eso no se lo puedes contar a nadie, ya que pondrías mi vida en peligro. – explico

- Tranquila, puedes confiar en mí, jamás te pondría en peligro no soportaría perderte – dice el – Pero hay algo que no me cuadra –

- ¿Qué es? – pregunto

- Si eres agente del gobierno ¿cómo es que eres corredora clandestina? – pregunta

- Digamos que en la organización no somos hermanitas de la caridad, en resumidas cuentas, que no solo nos dedicamos a eliminar a los malos, sino que también nos dedicamos a otras cosas no tan legales en nuestro tiempo de ocio – digo

- Interesante – dice

- Y bueno, si no quieres seguir conmigo después de esto lo comprenderé, pues también puede poner en peligro tu vida – digo

- Me da igual, no pienso dejarte, llevo años soñando con estar contigo, no pienso tirarlo por la borda por una tontería así – dice él, yo sonrío y le beso

- Te quiero – le digo

- Y yo a ti – dice él

- Y bueno, también pertenezco a una banda callejera – digo

- ¿Cuál? – pregunta

- Latin Kings – digo

- ¿Cómo llegaste ahí? – pregunta

- Es una larga historia – digo

- Cuéntamela, quiero escucharla –

- Esta bien – digo – La cosa es que a una princesa blanca se la escoge por su belleza y su estilo, mientras que a una princesa azteca se la elige por su sangre, para que luche como hicieron ya su padre y su abuelo contra aquellos que dicen que somos menos que ellos. Yo me uní a los Latin Kings con nueve años, y me convertí en la tercera generación, cuando me iniciaron en la banda me pegaron, lo hacen para que no te hundas, esa gente es mi familia. Cuando entre en la Organización, aceptaron el hecho de que perteneciera a esa banda, pues no eran un enemigo importante, ya que no maquinaban ningún plan maléfico para acabar con la sociedad. Pues nosotros luchamos por nuestros derechos, yo decidí meterme en la banda cuando detuvieron a mi padre después del asesinato de nuestro vecino Franco, el era inocente, pero se lo llevaron igualmente, lo hicieron porque mi pueblo lo respeta, lo condenaron a condena perpetua, más tarde mi madre murió en un accidente de tráfico dejándome sola, así que decidí entrar en la banda, pues sabía que se convertirían en mi familia, y así fue. Viví en casa de uno de los chicos hasta que cumplí la mayoría de edad ya que para entonces tenía mucho dinero ahorrado y podía ir a vivir legalmente sola. – le explico

- Joder, menuda vida – dice Justin - ¿Tú eres latina? –

- No pura, pero mi padre lo era, así que comparto sangre, y eso ya es suficiente – digo

- Eres una caja de sorpresas – me dice, sonrío y lo vuelvo a besar.

Pasamos todo el día tumbados en el sofá descansando, ya que ayer llegamos tarde a casa, después de una noche que no fue exactamente tranquila, y además hicimos el amor antes de ir a dormir, así que en definitiva estamos muertos. Nos la pasamos viendo Caso Abierto, de vez en cuando el me toca o me besa, también platicamos sobre temas triviales y criticamos a profesores y compañeros del insti.

- Justin, creo que deberíamos fingir que no somos pareja cuando estemos en el insti – digo

- ¿Por qué? – pregunta extrañado

- El popular y la supuesta nerd en menos de dos días siendo pareja, sería extraño, además eso estropearía tu reputación – digo

- Me da igual mi reputación y esas tonterías, yo solo te quiero a ti, y pienso gritarlo para que todos lo escuchen, eres mi chica, y te quiero, todo lo demás me da igual – dice mientras acaricia mi mejilla

- Eres un amor – digo – Ojala me hubiera dado cuenta antes -

Chica ClandestinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora