Capítulo X

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Nahuel:

Era sábado, y tenía que ir temprano como todas las semanas a los estúpidos ensayos para ganar los nacionales y representar el país. Me encontraba de muy mal humor en un micro, eran menos de las nueve de la mañana , estaba viajando en un micro repleto de gente, tanto que parecía que iba a explotar y para el colmo de la vida tenia al lado un adolescente que parece que hace más de una semana que evita la ducha, porque el olor horripilante que desprendía era torturante. Por suerte para mi estaba a solo una parada de mi destino así que toque el timbre y me baje.

Comencé a caminar, estaba a tan solo cuatro cuadras de el estudio donde estábamos practicando, ayer en el instituto no habíamos tenido  clases y hoy sabríamos por fin las canciones que utilizaríamos en los nacionales, así que de seguro  comenzaríamos también con alguna de las coreografiás. 

Llegue al estúpido estudio y entre, solo se encontraban dos de los inútiles "compañeros" que siempre nos rebajaban a los demás creyéndose superiores.

Pasaron diez minutos sentado con el celular hasta que los demás chicos llegaron, yo estaba al lado de Agustina. Comenzamos a vocalizar y a ejercitar la respiración,  como en todos los estúpidos encuentros Nicolás y Augusto se pasaron el día entero molestándonos a todos y nadie les decía nada, esta situación ya me estaba comenzando a sacar de mis casillas.

Debido a que uno de los profesores no pudo concurrir, las audiciones de las canciones serian el miércoles, luego de decirnos eso nos dejaron libres con una lista de canciones solistas.

Salí rápidamente de ese odioso lugar, debo admitir que estaba mas malhumorado e histérico de lo normal, y esto era porque todos mis amigos ayer se habían peleado y por esa razón me pase casi toda la noche pensando que podía hacer para solucionarlo, desvelándome gran parte de la noche.

-Nahuel -escuché que gritaban a lo lejos -¿te quería preguntar si tenes planeado hacer algo ahora?-  mi planes eran dormir, dormir y dormir, y eso que lo dormir siesta es una de las cosas que más odio en la vida.

- No tengo planeado nada más que dormir -dije como si nada a Agustina.

- ¿Te molestaría venir a mi casa a pasar el rato? -me preguntó muy avergonzada, debo admitir que Agustina era linda y me caía muy bien pero no la veía como mas que una amiga.

-Si hay café voy con gusto –le dije medio bromeando, porque no tenía problema en ir a su casa a pasar el día un rato y despejarme, pero es verdad que necesito el café pues siento que me voy a quedar sin energía en cualquier momento.

Mateo:

Ayer, me había dormido a las ocho de la noche, y me había levantado a las diez, era un record, dormí más de doce horas.

Me levante y fui a comer algo a la cocina ya que tenía muchísima hambre, al llegar me di cuenta que no se encontraba nadie en casa. Me prepare un desayuno bastante grande y lo consumí con rapidez.

Luego de terminar el desayuno y dejar las cosas que ensucie en la lavado de la cocina, para que en la tarde la mucama las lavase, luego de eso me dirigí al baño para darme una ducha. Se sentía tan bien, el agua golpeando en mi cuerpo me relajaba muchísimo y eso era lo que mas necesitaba en este momento. Salí del baño con un boxer medio ajustado pues no había nadie en casa y me había olvidado la ropa en mi pieza, comencé a caminar hacia la escalera que se encontraba en el living por donde se entra a mi casa, y antes de poder llegar sentí como abrían la puerta, no le di importancia, debía ser mi hermana y no era la primera vez que me veía así, pero al darme vuelta para insultarle demostrando que me sentía mucho mejor que ayer vi algo que me descoloco, se encontraba mi hermana toda colorada y al lado suyo estaba Nahuel riéndose muy escandalosamente.

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