Capítulo VIII

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Mateo:

Me levanté con el sonido de la alarma, no puedo creer estar despierto un sábado a las 10 de la mañana, me di un baño y  comencé a buscar algo para ponerme, no sabía cómo ir, así que decidí vestirme de manera casual. Me puse unos jeans negros ajustados, con una remera un poco ajustada blanca, unas zapatillas Reebok blancas con negro y por ultimo un reloj blanco.

Falta una hora para que mi hermana saliera de sus clases, por lo cual le diría a mi mamá que me lleve cuando la pase a buscar, así no tendría que tomarme un micro, los detesto.

Me pase la mañana pensando, ¿Qué querría hablar conmigo? ¿Qué le diría para que me ayude? ¿Me ayudará?, lo único que tenia bien en claro, este chico era mas inteligente y suspicaz de lo común, por lo que estoy muy decidido a joderlo todo el día para que no tome nada de lo que digo y lo use en mi contra.

Faltan solo veinte minutos para irme, el tiempo se paso bastante rápido con la distracción de las redes sociales, agarre mi billetera, mi celular y me fui a decirle a  mama que me llevara.

Cuando estaba por llegar le mande un mensaje, faltaban diez minutos para que salieran así que me puse a ver las historias de instagram.

Nahuel:

Estoy en un salón bastante grande, debo admitir que es bastante moderno y esta bien equipado para la música, el lugar trasmite mucho eco,  tenemos preparado un escenario y una banda musical, todo esto se nos dio supuestamente gracias al esfuerzo de todos los institutos para que ganáramos y representáramos al país.

De los ocho compañeros nuevos que tenía, una sola me calló bien, se llama Julia, es pelirroja, con unos ojos raros que según la luz se ven verdes oscuros o grises, es muy buena onda, los demás digamos, son idiotas que se creen mucho mejores que los demás y te tratan como si fueras una mierda, cosa que a Agustina y a mí nos molestó muchísimo porque es algo que jamás haríamos.

Faltaban solo diez minutos para estar libre, nos habían citado a las nueve de la mañana, estaba totalmente agotado, me encanta cantar, bailar un poco, pero esto ya parecía un ejercito, igual la pase, dentro de todo, bien.

Agarré mi celular para ver la hora y vi un mensaje que decía "Estoy muy ansioso por nuestra cita, ya te estoy esperando afuera para poder ir a comer y pasar el mejor día con vos, espero que no te sobrepases conmigo, y te lo vuelvo a repetir no doy besos en la primera cita". Cuando termine de leer el mensaje me comencé a reír, este chico si piensa que me va a molestar con eso, está muy equivocado, pienso seguirle la joda y dársela vuelta en su contra, pienso divertirme mucho.

Mateo:

Faltaban solo cinco minutos para que salieran y me llego un mensaje "¿Tan desesperado estas por verme que llegas más de diez minutos antes de lo planeado?, ya estoy juntando mis cosas para poder salir, te veo afuera así vamos a comer a donde vos quieras y poder charlar tranquilos, por cierto yo no suelo dar besos hasta pasada la cuarta cita así que no te preocupes"

Nahuel cada vez me sorprendía más, en vez de irritarlo, se tomaba las cosas en broma y me seguía la corriente, empezaba a molestarme, ese no era mi plan.

Estaba tan desconcentrado que no me di cuenta que alguien estaba parado frente a mí saludándome.

-¿Qué haces acá descerebrado?- dijo me hermosa y tierna hermana.

-Vine con mamá a buscarte, además de acá me voy con un amigo al centro cabeza hueca- contesté irritado

En eso lo veo salir a Nahuel, estaba vestido con un vaquero, azul, una remera blanca y unas zapatillas Conver's rojas, estaba un poco despeinado, y se le notaba algo agitado como si hubiera corrido.

Vida adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora