-Chupachups- [V-Hope]

Capítulo 11-Parte 1.

-Maldición...

Soltó el azabache desviando su mirada, pasándose frustrado la diestra por los cabellos de su frente.

Y es que se sentía en una pesadilla.

Quería creer que era un mal sueño el que estaba viviendo.

De esos que llevaban años atormentándole con su secreto cada tanto.

De esos por los que había desarrollado un profundo terror a que se cruzaran con la realidad.

Como la vida le estaba jugando en ese preciso instante.

Terminó por subir las escaleras desprendiéndose de la bata de laboratorio, la cual botó en el suelo pasando por la puerta de la biblioteca.

Justo por al lado del atónito castaño con el fin de abandonar la habitación.

Quién totalmente impactado por la noticia se levantó del suelo de manera torpe.

A tambaleos cuando el viejo hombre se le acercó para ayudarle.

- ¿Estás bien? -Le preguntó entregándole la pequeña bolsa con tela cristalina que el menor traía minutos antes en sus manos.

- Si..-Susurró bajito casando la bolsita con el semblante pálido.- Yo...lo sien-to. -Se disculpó sintiéndose incómodo por la mirada tan indiscreta de aquel hombre.

Sintiéndose mareado por no saber si lo que vivía era un sueño o no.

-No fue tu culpa. No lo fue.

Se escuchó con seriedad sonar entre las paredes que rodeaban al trío de hombres.

TaeHyung volteó para mirar al mayor, quien había entrado nuevamente con ellos.

Tras haber terminando de cerrar con suma seguridad la entrada de su oficina.

-No quiero alarmarlo pero...hay que anunciarlo joven Hoseok -El viejo himbre lo miró - Ya mismo.

Soltó mirando tras aquello, de manera seria al menor.

Provocando en éste una punzada en su corazón ante el miedo que sintió recorrerle el cuerpo.

Pues aquello no sonaba como algo amigable por parte de aquel ser.

-Lo siento doctor. -Tragó saliva.- Pero no.

Decretó el azabache con el semblante serio, desafiando al viejo hombre con la mirada.

-Otra salida debe haber.

Suspiró colocando sus ocres en una de sus grandes colecciones de libros que yacían frente suyo.

Y encendió lo que jamás encendía cuando estaba en aquel lugar.

Un fuerte cigarrillo.

Que inundó el ambiente en segundos con su penetrante olor.

Caminó hasta un elegante sillón ubicado al final de aquel secreto lugar lleno de libros que se encontraba junto a una lámpara de pie para tomar asiento.

El hombre indignado se le acercó con el fin de hacerlo entrar en razón, desprendiendose de la bata que llevaba puesta.

-Usted sabe que eso es violar el reglamento.-Le escupió agitando una de sus manos, molesto con el azabache tras por fin haberse quitado la bata.- Debemos anunciarlo.-Exclamó desviando su cabeza cuando Hoseok le miró serio, soltando contra sus rostros el fuerte humo de la calada que le había robado al cigarrillo.

-No..diré nada.

Y ambos hombres voltearon a mirar al dueño de aquellas débiles palabras.

El menor se acercó a paso lento e inseguro hasta donde se encontraban discutiendo ambos mayores.