-Chupachups- [V-Hope]

Capítulo 12- Parte 1.

A veces, uno no suele preocuparse o asustarse demasiado con las películas de ciencia ficción.

En donde mutan personas, intercambian partes de sus cuerpos por extremidades robóticas.

Realizan experimentos atroces con su genética. Y simplemente, está bien. Todo ello es normal y está bien en lo que es ese mundo tan metafórico.

Pero, el problema está, cuando por meras circunstancias de la vida, ella  te hace dar cuenta de que en verdad todo aquello no es tan metafórico.

Consigues consciencia de lo aberrante que en realidad es toda la situación que se vive en ese mundo.

Y que al final de cuentas, no es tan ajeno al mundo en realidad, a la vida cotidiana.

Porque mientras vives al pendiente de tus actividades del día a día, todo ello que sólo sucede en las películas, sucede en sí, frente a tus propias narices.

Haciéndote ajeno,pero a la vez culpable por sumergirte en la ignorancia de todo ello.

Y hay ocasiones en las que simplemente no puedes escapar, no puedes ignorarlo.

Como en cierta forma me había sucedido.

Y me sentía extraño, ajeno, pero a su vez responsable, porque al final de cuentas no había retorno, no había regreso.

Supongo que era el motivo por el cual Hoseok hyung se sentía molesto conmigo.

No me había dirigido la palabra en lo que llevábamos de viaje una vez que salimos de aquel extraño lugar.

Tenía el semblante serio, el ceño fruncido y conducía perdido en lo que me imagino que serían sus pensamientos cuando ladeé mi rostro para mirarlo de lado.

Y fue allí donde fugazmente cruzó por mi cabeza los recuerdos de la noche anterior.

Lo distinto que era en su estado de ebriedad.

Tan cariñoso y pegajoso, que te costaba creer que en realidad  el Hoseok ebrio y el Hoseok sobrio eran el mismo.

Un suspiro que dejó una mueca en mis labios escapó de lo más profundo de mi ser.

Pues,si bien había conseguido tranquilizarme con todo lo que había visto, mi cabeza estaba ahora en Hoseok hyung,como siempre.

Porque deseaba platicar con él.

Deseaba reírme con él.

Deseaba sentir sus brazos y derretirme bajo su calor junto a él.

Y poder embriagarme con su aroma hasta perder la noción entre lo que es la realidad o un simple sueño.

Realmente me sentía inestable, porque sé todo lo que provocaba él en mi cuando no estaba para equilibrarme.

Para guiarme o simplemente consentirme.

Y es que, aunque sonara caprichoso era así como nos habíamos conocido. Él siempre preocupándose por mi, por mis gustos, mis actividades, por no hacerme ajeno a su familia.

Él siempre me cuidaba.

Aunque no me lo dijera o demostrara abiertamente pero lo hacía, y llegó  un punto en el que vagamente pude darme cuenta.

Y supongo que fue allí donde me descubrí perdido.

Perdido sin él, perdido entre mis sentimientos tan impuros hacia él.

-¿Te quedas o qué?

Sonó su rasposa voz que escuché a lo lejos cuando fui capaz de entreabrir ligeramente los ojos.