One Shot 3. Genitallica -Guardaespaldas

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Pareja.- GOGETA

Quiero ser tu guardaespaldas, quiero ser tu protector.

Por los pasillos cruzaban todos los alumnos apresurados por encontrar su próxima clase a pesar de ser el segundo mes de empezar el bimestre pero de lo que realmente escapaban era de los matones que acechaban a sus presas en los cambios de aula y más cuando éste sería la última hora y ya después vendría el esperado fin de semana.

Algunos suspiran con alivio al pisar el mosaico del aula que les correspondía, otros trotaban para escapar de su perdición. Todos voltean ligeramente atrás para observar como el peli flama cae al suelo después de haber sido golpeado en el tobillo de la manera más ruda posible. Muchos quería ayudarle pero prefirieron hacerse de la vista gorda y dejar al pobre chico a su suerte.

- Ouji, felicidades. Haz sido seleccionado para recibir la mejor paliza del ciclo escolar.

Aunque inútilmente intentara levantarse, su tobillo le impedía ponerse de pie y dar un misero paso. Cuando sus rodillas lograron ayudarle a progresar un fuerte golpe de la zuela del zapato impacto con su pecho sacándole el aire dolorosamente. Las gotas de lágrimas se asomaban de sus ojos mientras se tomaba el pecho con desespero, sintiendo una astilla de hueso interior perforándole el pulmón, la causa de que no pudiera recuperar el aliento como costumbre. 

- Así que chiste, no aguanta nada.

Itte... repetía en débiles murmullos cerrando fuertemente los ojos. Pronto siente como le arrebatan la mochila y dejan caer sobre él todas sus libretas, libros, estuche de plástico que impactó con su cabeza y el filo del compás aproximándose a él. Dificultosamente se desliza en el suelo un par de centímetros evitando quedar ciego de un ojo. Todo lo importante cae a excepción de su dinero del almuerzo y con lo que volvería a casa.

Se encoge en el suelo buscando una protección que le evitase escuchar las burlas y dejar sentir como uno de ellos le pisaba y colocaba su peso en el tobillo que se mantenía lastimado y en reposo.

Pasó unos cuantos minutos para que esa tortura cesara y con eso, las burlas reemplazandolas con gruñidos de molestia y uno que otro chasquido. Traga saliva y trata lo más que puede de levantar la mirada encontrándose con Son-kun frente a él, observándole desde las alturas y a su vez observando a los bullies que le causaban terror y miedo, un poco de enojo pero eso era demás. 

Son-kun igualmente apodado Kakaroto deriva de zanahoria en japonés, ese sobrenombre surgió después de descubrir cómo un chico de secundaria terminó en el hospital y a la fecha depende de medicamentos utilizando como arma una insignificante zanahoria. Luego, ya nadie quería traer sus almuerzos a la preparatoria. 

Aquellos chicos, con ver al azabache, le lanzaron su mochila aún lado de él. Pronto escucha como los pasos de los mismos bravucones se alejan de su radio haciéndole sentir un poco seguro; lo que restaba de inseguridad estaba enfocada en un azabache que se sentaba en sus tobillos, se incaba.

- Por qué...

- Cierra la boca.

Esa orden que acató, le molesto en cierta manera. Cuando ve la mano del mayor aproximarse a su campo invisible de seguridad que los separaba sus manos se descontrolan y tiemblan de forma discreta mientras que lo que no pasaba desapercibido era la rigidez que tomó su cuepo. La palma cae en su brazo y el mismo le levanta del suelo como trapo húmedo, con poca delicadeza y olvidándose que trataba con la víctima.

.

Los baños del colegio se encontraban casi vacíos y en ellos, dentro, se encontraban un azabache de semblante abrumador y un peli flama inseguro de por qué estaba en ese lugar y más, en compañía del contrario. Pronto escucha como abre la llave del lava manos dejando que el agua corriera libre por el vacío y por las manos del mismo azabache.

Concentrandose en sí mismo, se mantuvo en un exclusivo rincón mientras su mitad salvador y mitad destrucción se secaba las manos con los costado de su pantalón.

En un momento inesperado gimió de dolor al sentir el entierro de un par de colmillos en su cuello cerquisima de su lóbulo. Soportando como se incrustaban cada vez más, atinó a apretar las manos que le agarraban fuertemente la cadera en señal de que se alejara o dejará de lastimarlo. Sin embargo, fue tomado por el témino contrario al punto de acumular la sangre faltante en ese lugar, ocasionando así, una marca perfecta de su dentadura.

Son-kun, para cuando soltó al joven adolorido, fue directo a la puerta la cual le quitó el seguro y dejó al chico tomándose el cuello con muecas de dolor. Dio una última mirada y deapareció de la puerta metiendo ambas manos a sus respectivos bolsillos y mostrando una sonrisa lasciva.

Durante el siguiente mes Ouji dejó de tener abusadores, algunos de los alumnos que le dirigían la palabra le trataban con una actitud forzadamente amable. Otros hacian fila por él dandole su almuerzo y sin costo. Los bravucones que abusaban de su persona, le hacían la tarea de todas las materias y pasaban en sus coches a su hogar para llevarlo a la escuela puntualmente como siempre.

Al caminar por los pasillos con los libros de anatomía en manos y sus gafas con más aumento adornándole el rostro, algo lo hala directo a la oficina del trabajador social y cierra bajo seguro. Chocó abruptamente con el escritorio quedando un poco rescostado sobre la misma hasta abrir levemente los ojos y toparse con el azabache quien lo miraba de sonrisa ladina y ceño fruncido, cosa que le aumento el estremecimiento de su cuerpo, y más al sentir como unas manos tibias se abrian paso por el suéter que traía encima del uniforme escolar.

- Ya nadie aprovecha de ti... -susurra  en voz ronca al oído del peliflama provocando que sus orejas se tiñeran de rojizo- ...Me toca a mi aprovecharte.

- Cómo... -su voz dependia de un delgado hilo de sonido poco audible para si mismo, aparte que su cuerpo era tocado con una intención desconfiable y vulgar.

- Mientras sigas luciendo esto... -reparte besos húmedos por la longitud de su cuello hasta la piel purpurinea que enbellezia fantásticamente al contrario- ...todo estará bien.

Cuando fue finalmente acorralado en el escritorio, sus labios se vieron en la necesidad de corresponderle a Kakaroto con la poca experiencia que tenía en besar. Aunque bien, Goku le dio la instrucción que le resultó más sencilla...

- Sólo disfrutalo...


Ones - Shots SONGS! [Yaoi/Dragon Ball]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora