Se acabó, al fin terminé la desastrosa maleta y puedo decir que después de cuarentaysiete días tachados del calendario, mañana me voy a Stuttgart con Cloeh.
Cloeh es la rubia, pija e insoportable novia de mi mejor amigo, llevan como dos años y son la pareja más envidiable de todo Austin, Texas. Se conocieron en la carrera y ahora Cloeh me ha invitado a casa de su hermana Sarah en Alemania.
Sarah y Cloeh son los dos polos opuestos de una misma astilla, ambas son idénticas a su madre pero cada una con la personalidad de sus respectivos padres, la madre de ambas se mudó a Alemania donde conoció al padre de Sarah y desde entonces Cloeh se ha tenido que pasar crueles veranos en la ciudad más fiestera de todo el país. Y es que más suerte que esta chica no puede tener nadie.
En parte me siento cohibida ya que sé que sabe que no me cae bien, obviamente el bocazas de John, su novio y mi compañero de piso, se lo confeso en un ataque de ebriedad post graduación Hace tiempo John convenció a Cloeh para que me llevase una semana de viaje a pasar el cumpleaños de Sarah con motivo para que nuestra relación vaya a mejor, la tengo todos los días en casa ¿vale? ¿No cree que eso ya es suficiente?
El ruido de unos tacones se acercaba a la puerta de mi habitación cuando escuché la voz chillona de Cloeh.
-Cat, ¿vienes o qué?- juro por dios que como lleve esa pamela de paja me corto las venas.
-Solo dame un minuto.
En realidad había terminado de prepararme, estaba haciendo tiempo solo porque esperaba perder el estúpido avión y quedarme en Austin. Y es que, ¿a quién le apetece pasar el verano en la fría Alemania?, obviamente a la rubia que acaba de entrar en la habitación. Corriendo hice como la que hacía algo útil pero fue una misión fallida, me había cogido con las manos en la masa perdiendo el tiempo, la maldita podía llegar a ser silenciosa fuera de la cama, ¿quién podía haberlo dicho?
-¿Qué haces sentada ahí? venga que perdemos el avión y el taxi está en la puerta- bueno al menos no lleva la pamela- diario de viaje!- gritó fuertemente en mi oído- lo primero que haremos nada más montarnos en el avión será hacernos la manicura y pienso comprar todo el aeropuerto alemán y luego...
En ese instante entró John por la puerta con las manos a la espalda sonrisa pícara en la cara y tras catorce años de amistad ininterrumpida lo conocía lo suficiente como para saber por su mirada que intentaba joderme con algo.
-Mis dos chicas preferidas me abandonan ¿y no pretenden despedirse? En serio me siento dolido-dijo en el instante en que le colocaba la dichosa pamela mientras le daba un beso tierno en los labios, joder la verdad es que eran insufriblemente adorables.
-¿Y para mí no hay beso?- dije en tono de perrito abandonado en parte para irritar a Cloeh, en parte para cortar el momento incómodo.
-Para ti el especial del día-me enfundó en un gran abrazo que me crujió toda la parrilla costal y me susurró al oído- pórtate bien y trátala como se merece, es buena Cat, en serio.
-Bueno ya basta de abrazos y besos que el taxi lleva media hora en la puerta, en serio vayámonos Adiós nene, me amas y lo sabes, llámame y pórtate bien.
-Yo no me voy a la otra punta del planeta con dos solteras en celo, tenlo en mente.
-Más quisieras irte con dos soleteras tu solo a la vuelta de la esquina- solté en una carcajada cogiendo las maletas y saliendo por la puerta para no ver como la rubia rodaba sus ojos.
No me caía mal es solo que siempre habíamos sido John y yo, yo y John desde párvulos hasta la universidad y de repente conoció a Cloeh y tenía que compartir a la persona que era como mi hermano. Algunos decían que era gay, nuestras familias que teníamos una relación oculta, pero solo ambos sabíamos que lo nuestro era algo más, es simplemente que con una mirada podíamos decirnos todos. Ambos sabíamos que iba a decir el otro antes de tan siquiera pensarlo, para mi es más que un hermano, es una extensión de mí. Y ahora a mi extensión le había salido otra extensión con pinta de diva, pamela inclusive, labios rojos, pelo rubio perfecto y una cualidad impresionante para inventar recetas y quemar cocinas. En serio su arte culinario estaba por debajo de lo humanamente posible.