Soledad Bajo Tierra

10

Gerardo colocó una taza de té enfrente mío y se sentó, agarre la taza y me la llevé a los labios.

Después de que le hablé en la entrada del teatro le trajo hasta su despacho, su antiguo despacho, parece que si sabe quien es Erik, o eso parece.

- Hace mucho, cuando apenas eras una niña, tu papá te trajo a aquí pero nos olvidamos de ti y, sin querer, entraste al sótano, en ese tiempo no había trampas así que entraste directamente hasta las catacumbas, ahí se encontraba Erik, era apenas un niño de tu misma edad

- ¡¿Tiene mi edad?!

- Si, él te escuchó y estuvieron hasta que tu le pediste hacer algo que él no podía hacer

- ¿Qué le pedí?

- Que se quitará la máscara

Entonces debe ocultar algo debajo de esa máscara pero ¿Qué es?

- Erik se quitó la máscara y tu te... desmayaste

- ¿Por qué me desmayé?

- ¿No lo recuerdas?

- No

- Desgraciadamente Erik no tiene un rostro aceptable, la mitad de su rostro esta perfecto pero la otra mitad está... deforme, así que tiene que usar una máscara para que nadie pueda verla, después de eso tu padre ya no quería traerte pero tu insiste en que te trajera de nuevo

- ¿Mi padre me trajo de nuevo?

- Si, tu volviste a ver a Erik y comenzaron a hacerse amigos hasta que a tu papá le avisaron de un trabajo en Londres, entonces se fueron

- ¿Por qué no recuerdo nada de eso?

- Tal vez porque recuerdas a Erik como cuando era niño y ahora lo ves como un hombre y te extrañas

- Erik, ya conocía a Erik y ¿cree qué el me recuerda?

- Yo creo que él te confunde con una niña que llegó aquí cuando era un adolescente

- ¿Christine?

- Si, él debe pensar que ella es aquella niña con la que jugaba

- ¿Puedo hacer algo para qué se... ?

- ¡Aqui esta su despacho mounsier...!

Nos giramos hacia la puerta, Madame Giry abrió la puerta con el nuevo director, le estaba enseñando el teatro, me levanté de mi asiento y me giré a ver a Gerardo, el cual también se levantó de donde estaba sentado.

- Disculpenme por interrumpirlos -Dijo Madame Giry- Pero es que le estaba enseñando el teatro y

- No, este ya no es mi despacho

- Yo ya me iba, tengo que ir a hacer algunas cosas -Dije mientras salía de ahí.

Cuando salí de ahí caminé hasta el baño y de ahí fui tocando la pared para ver si podía encontrar el pasadizo para entrar a las catacumbas, cuando por fin lo encontré, y luego de cerciorarme de que nadie me veía, entré y caminé hasta llegar al refugio de Erik.

Cuando llegue al refugio de Erik caminé hasta la puerta de su casa y la toqué.

- ¿Quién es? -Dijo Erik.

- Abigail

- Pasa

Abrí la puerta, Erik estaba sentado en su sillón, no estaba sentado, estaba acostado en el sillón.

- Erik, ¿recuerdas qué me dijiste que ibas a llevarme a ver todo París?

- Si ¿Quieres ir ahora?

- Si tu quieres llevarme ahora

- Vamos -Dijo mientras se levantaba, agarraba un sombrero y un abrigo- Te llevaré a dar un paseo por todo París

Sonreí, de verdad no recuerdo a Erik cuando era un niño, tal vez vestía diferente o no usaba la máscara, tengo que verlo sin ella.

Salimos del teatro usando una puerta trasera, luego caminamos por un lugar escondidos mientras Erik se cercioraba de que nadie nos había visto salir del teatro, si alguien nos había visto salir puede que diga que Erik es el fantasma de la ópera, lo es, pero en este momento no está en la ópera y no parece fantasma.

Después de un rato de caminar salimos a la calles, las calles de París, hermosas, se ven aún más hermosas que cuando iba con Raoul en ese coche... ayer.

- Por aquí está la tienda de ropa -Dijo Erik sacandome de mis pensamientos- Vamos para que te compres unos buenos vestidos y no tengas que pedirme más

Reí un poco, me imaginé a Erik con los vestidos puestos y una extraña imagen vino a mi mente, un maniquí con un vestido de novia escondido detrás de un espejo roto.

Me giré a ver a Erik y noté que me miraba extrañado, no entendió el porque me reí.

- ¿Qué te dio risa? -Preguntó Erik incrédulo.

- Mi imaginación

- ¿Tu imaginación?

- Si, es que me imaginé como te verías usando un vestido

Rió, es lindo oírlo reír, es más, oírlo reír me hace querer abrazarlo y comérmelo a besos de lo tierno que se ve, pero seguro se enojaría.

- ¿Dónde está la tienda?

- Por aquí, vamos

Erik me agarró de la mano y caminamos hacia una tienda que estaba dos cuadras enfrente de donde estabamos parados.

La gente nos miraba extraños pero algunos, cuando estaban lejos de nosotros, decían en voz baja "Se les adelantó el halloween" creo que lo decían por Erik, ya que traía una máscara puesta; cada que oía eso notaba como Erik se enojaba, ya que apretaba más mi mano y dolía.

Llegamos a la tienda, Erik me llevó hasta el área de damas y comenzó a enseñarle vestidos, los cuales eran perfectos y hermosos, no podía negarlo Erik tiene un muy buen gusto en cuanto ropa, su ropa, la ropa que escogía y la que tiene en su casa es hermosa y elegante, sin verse voluminosa o chocante.

Espero tener el suficiente dinero para todo lo que Erik está agarrando.