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Hoy es el día que me voy de París.

Papá consiguió un empleo en Londres así que debemos irnos; pero antes debo despedirme de Erik.

Llegamos al teatro mi padre iba a despedirse del señor Gerald y el señor Gerardo, yo aproveché para ir al sótano.

Mientras iba bajando pude notar algunas cosas diferentes, no había velas por las catacumbas, se veía muy oscuro, al fondo se notaba alumbrado, creo que era la casa de Erik.

Mientras más avanzaba más alumbrado se veía, que bien porque la oscuridad no me agrada mucho.

Mis pies se enredaron con algo al tocar el lago, parecía una soga.

- ¿Que es esto? -Dije mientras me agachaba para quitarme la soga de los pies pero esta se tensó y me jaló- ¡Ahhh! -Grité mientras la soga me giraba totalmente hasta ponerme de cabeza.

Una trampa, las famosas trampas que Erik dijo que pondría cuando yo me fuera están instaladas y yo quedé atrapada en una.

- ¡¡¡Erik!!! -Grité y mi vos retumbó por todo el lugar- ¡¡¡Erik!!!

Sentía como la sangre comenzaba a inundar mi cabeza haciendo que me comenzara a marear, si no llega Erik en unos minutos de seguro me desmayo.

Todo a mi alrededor comenzaba a nublarse, me estoy desmayando.
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¡¡¡Abigail!!!
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- ¡¡¡Abigail!!!

La voz de Erik me hizo reaccionar y abrir los ojos impresionada, o tal vez ¿asustada?, al escucharlo cerca de mi.

Parpadee varias veces y después comencé a ver a mi alrededor hasta apreciar donde estaba, estaba fuera del lago, en el bote precisamente, recostada en las piernas de Erik.

- Pensé que te habían afectado mis trampas -Dijo Erik mientras me abrazaba fuertemente- No debí haberlas puesto sin decirte donde estaban

- E... Er...Erik -Dije en un susurro- No... Te... Sientas... Culpable

- ¿Pero como quieres que no me sienta así? -Dijo mientras me soltaba- Yo fui quien puso las trampas para poder estar solo

- No es bueno estar solo

- Pero para mi lo es -Dijo Erik y una lágrima salió por debajo de su máscara- Nadie puede estar conmigo ni siquiera un rato después de que me ven sin máscara

- Desde cuando me llamo así

- ¿Eh? -Dijo Erik confundido.

- Si -Dije mientras trataba de sonreír- Tu dijiste que nadie puede estar contigo ni siquiera un rato después de que te ven sin máscara

- Si, lo dije pero que tiene que ver eso con lo que dijiste

- Pues dijiste Nadie y yo no se desde cuando me llamo así

- No entiendo -Dijo Erik aún confundido

- Es que yo puedo estar contigo aunque no tengas máscara... así que yo soy ese nadie

Sonrió y yo lo imité, era agradable verlo sonreír. Me levanté lentamente de las piernas de Erik y lo miré fijamente a los ojos, tengo que irme pero aún tengo muchas cosas que decirle.

- Erik, hoy es el día en que me voy

- ¿En serio tienes que irte?

- Si, tengo 11 años no puedo vivir sin mi padre hasta que sea mayor de edad o hasta que el lo decida

- Lo se -Agachó la cabeza, de seguro está triste pero no puedo notarlo porque trae la máscara puesta.

- Te voy a extrañar mucho -Dije conteniendo las lágrimas- Eres el único amigo que e tenido

- Tu también eres la única amiga que e tenido

Extendí mi mano a su rostro y le retiré la máscara junto con la peluca, tenía que verlo como era en realidad aunque... lo veo sin la máscara desde que tenía 7 años.

- Te quiero -Dije- Y no como amigo

- ¡¿Cómo?! -Dijo Erik.

- Lo que escuchaste -Sonreí.

Me acerque a su rostro y le di un beso en su mejilla izquierda, la cual se sonrojó y después le di un beso en su mejilla derecha, es decir en su mitad deforme, y se estremeció.

- ¡Dos besos! -Dijo Erik con cierto brillo en sus ojos.

- Si -Dije- Uno para ahora y otro

- Por si se gasta -Dijo Erik en un susurro

Asentí y él sonrió, sus ojos brillaban impresionados y un poco emocionados, lastima que ya no iba a poder verlos más.

- Un último -Dije mientras me acercaba a su rostro- Para llevar

Junté mis labios con los suyos con cuidado y lentamente nos fuimos uniendo en un dulce beso... mi primer beso.

Soledad Bajo TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora