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Agustín Bernasconi.

-¡Eres un maldito! -Me gritó la rubia por detrás, yo metía rápidamente las cosas en mi maleta. Estaba cansado de ella, de sus celos, de su rabia constante. De todo de ella.

-¡Soy un maldito porque me case contigo estando enamorado de otra chica! -Le grite, mi paciencia se esfumo. -¡Eres sólo una chica con la que me obligaron a casarme! ¡Nuestro matrimonio estaba planeado desde que tengo 6 años! ¡Desde los 6 años estoy atado a ti maldita sea! -Gruñí, cerré mi maleta y la tomé entre mis manos bajando las escaleras.

-¡Agustín, espera! ¡Lo siento! -Gritó detrás mío mientras me seguía. -¡Juro que cambiaré! ¡Pero no me dejes! -Me gire y la vi llorando, se me partió el corazón cuando recordé a Carolina llorando por mi tantas veces.

-Valentina. -Me acerque a ella y tomé sus manos. -Nuestro matrimonio es una farsa, en esto no hay amor. Espero lo comprendas un día. -Abrí la puerta y salí por ella, escuche como sollozo detrás mío. No me afecto, no me afecto tanto como escuchar a la mujer de mi vida llorando.

Entre a mi auto y leí la carta, nuevamente.

"Soy una chica que quedó con un corazón hecho pedazos desde que te conoció. Desde que conoció al chico equivocado. Al chico que era obvio que no sería el de su vida pero ella seguía insistiendo. Yo seguía insistiendo.

No puedo decir que te odio, porque te amo. Te amo como nunca antes ame a alguien, pero no quiero seguir siendo una segunda opción porque merezco más porque yo te ofrecía más de lo que yo podía dar.

No soporto verte con ella, y sé que sueno mal porque eres de ella, pero quiero que seas mío y sólo mío. Jamás será así. Jamás.

Fui tan masoquista al creer que cuando me herías era un significado de que me amabas, hoy sé que necesito ayuda. No me búsques sí me amas o alguna vez me llegaste a amar, quiero ser feliz Agustín.

Atte: Carolina."

Saqué la otra hoja y leí la canción nuevamente. Sonreí, yo también le estoy haciendo una canción.

Maneje a la casa de mi madre, no importaba tener que discutir con mi padre, me merecía ser feliz después de 3 años y medio siendo infeliz.

Llegué y lo primero que recibí fue un fuerte abrazo de parte de mi madre, cuando se separó habló: -¿Por qué vienes con maleta? ¿Qué paso hijo? -Preguntó preocupada.

-Estoy bien, sólo que decidí hacer un cambio en mi vida. -Expliqué, viendo como mi padre salía de casa. -Deje a Valen. -Mi madre chilló y mi padre me tomo fuertemente del brazo. Me solté a mitad de camino.

-¡Que mierda acabas de hacer Agustín! -Me gritó histérico. Se sentó en su escritorio tratando de calmarse.

-¡Lo que tenía que hacer hace mucho! -Le grite.

-¿Sabes que la empresa caerá en un 30% sí el padre de Valentina decidé complacerla? -Preguntó colocandose sus lentes, sus manos tiritaban y vio el cuaderno en frente suyo. -Te necesito una vez y ya decides dejarme.

Lo mire dolido, pero no cambiaría de decisión o eso esperaba.

Carolina Kopelioff.

-¡Rápido, golpea esa cosa extraña! -Gritó Karol, animando a Samantha. Celebramos el cumpleaños número 4 de mi pequeña. -¡Dale pequeña lagartija! -Gritó nuevamente.

-¡Tía Karol no soy una lagartija -Reclamó mientras golpeaba el raro animal que aparecía.

Pronto salió un "Game Over"

-¡No! ¡Despedicie 5 valiosos minutos de mi vida para verte perder Sam! -Karol en un arrebató agarró el palo con el cuál golpeaban y le pegó fuertemente al juego.

Después de jugar y comer un rato más volvimos al departamento. Una llamada, la cuál no me esperaba, resono en la silenciosa casa.

«Valu♡»

Me tense, no estaba segura de contestar pero decidí atender la llamada, después de todo era mi amiga.

-¿Carolina? -escuche un sollozo de su parte y supe que nada andaba bien.

-Sí Valen, ¿qué te pasa? -Pregunté preocupada.

-¡Él me pasa! -Mi piel se erizo. -¡Lo amo tanto, pero sufro tanto! -Pude sentir mis piernas temblar, él, sabía a quién se refería. -¿Caro? ¿Estas ahí?

-Sí, ¿qué pasó ahora con él Valen? -Pregunté, ¿era necesario que me contará todo a mí?

-Me dejó. -Deje de respirar. -¡Me dejó por otra! ¡Por esa maldita! ¡Lo necesito!

¿Otra? Eso afirmaba mi afirmación de hace años, para Agustín yo fui otra chica más, de esas que te dan sólo placer pero para ellas fue más que eso, fue hacer el amor.

-Valen, necesito dormir, lo siento.

Colgué, en la noche me dormí entre lágrimas, serían las últimas, necesitaba concentrarme en mi vida, en que tomé el rumbo perfecto y olvidar ese pequeño romance.

Agustín Bernasconi.

Un pasaporte, aeropuerto, avión, viaje a Los Ángeles.

Te necesito.

(...)

¡Como había prometido! ¡Primer capitulo! Gracias a -storywritter- por la hermosa portada :)

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-javi las ama! ;)

Know what you did last summer | Aguslina. [GML#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora