16. El novio de Lexa.

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Regresó más tarde a casa de Abby de lo que había planeado. Todos sus ocupantes se encontraban en tal estado catártico del sueño, que ni notaron su llegada. Quería tirarse en la cama y dormir veinte horas seguidas, así no tendría que enfrentarse a nada ni nadie, pero como si de la más grande ironía se tratase, dio mil vueltas en la cama antes de rendirse molesta. De nuevo, quiso tomar su instrumento y hacerlo sonar, pero eran las menos quince para las dos, así que hubiera sido muy irrespetuoso hacerlo. Miró una de sus maletas, en las que siempre llevaba los portafolios de los proyectos en lo que estaban trabajando actualmente. Los estudió con detenimiento todos y cada uno de ellos. El de Cold Nia, prácticamente no tendría cambios, tan solo re-enfocarían su Insight, no obstante, el de la empresa inmobiliaria tendría tantísimos cambios que se estresó no más de recordar al dueño, porque era testarudo y no quería avanzar junto a la sociedad. Revisó los otros, los cuales eran algunos más sencillos que otros, algunas marcas de bebidas, otros restaurantes, algunos de grandes marcas, ya fueran de comidas o de ropas, o de perfumes y los más importantes de televisoras y páginas de internet. Advertisement Woods creció tanto en tan poco tiempo que seguía sin creerse su suerte. Becca estaría orgullosa de eso, estaba completamente segura. Agradecía mentalmente a su madre cada uno de los momentos que vivía, incluso los malos, ya que de ellos había aprendido. Le hubiera encantado ver la cara de su madre al abrir ese pequeño local de un solo piso cuando solo tenía veintidós años en una pequeña ciudad un tanto lejana de la que actualmente vivía, y que gracias a una fuerte inversión, y posterior éxito con un concierto brindado por una disquera muy famosa que estaba en declive por esas épocas y necesitaba que alguna agencia se atreviese a llevar riendas de la parte publicitaría de sus músicos y de la disquera en sí, que se había quedado sin patrocinadores y sin publicistas a último momento, terminó por darle el estatus que poco a poco había crecido en los últimos cuatro años, posicionandola, si bien no como las mejores, al menos sí como de las más prometedoras. Es que cuatro años eran muy pocos, pero agradecía su suerte y su empeño en solo trabajar y trabajar.

El éxito de la campaña con la disquera, fue tan grande, que los poquísimos trabajadores que tenía en el momento se llevaron un buen botín, en especial ella, que no uso ni un centavo de lo ganado. Todo lo guardó en una cuenta bancaria, junto con las misma parte que le correspondía a la agencia. Se quedó con lo justo para comer, para gastos básicos, como el transporte o el aseo personal y para la renta de la habitación que alquiló en cuanto se dio cuenta de que no era capaz de vivir en su apartamento por la cantidad de recuerdos que le traían. 

Víctor fue un gran apoyo para ella durante todo ese tiempo y fue gracias a él, que conoció a Ontari con quien tuvo una fugaz relación que ni siquiera pasó de unos cuantos besos a escondidas del padre de esta última, un hombre bastante viejo, que entró en una fuerte crisis financiera y debía vender varias de las sedes de su compañía, para solventar las diversas deudas que fue acumulando al pasar los años. Cuando Ontari le contó que su padre necesitaba vender al menos tres de las sedes y que querían hacerlo solo a personas que considerasen aptas para cuidar el lugar y en quienes tuvieran confianza, vio la oportunidad para tener un mejor lugar para Advertisement Woods. Lo conversó con el hombre, y finalmente este le ofreció dos de las tres que estaba vendiendo, una de ellas, sabía, no era conveniente comprarla por su ubicación geográfica, que más bien era cercana a un pueblo, pero ese no era el problema, la cuestión estaba, en que la mayoría de sus inversionistas se negarían de lleno a invertir en una agencia que pocas probabilidades tendría de ser contratada debido a estar muy lejos del mundo y si alguien la contrataba sería para hacer cosas pequeñas y que quedarían en el olvido del espectador fácilmente. Es por eso, que terminó comprando la otra sede ubicada en la misma ciudad en la que estudió y en la que sabía, seguía viviendo Clarke, ya que la ciudad era grande y estaba concentrada la mayoría de grandes y pequeñas empresas que siempre querrían y necesitarían algo de publicidad. De eso había sido unos dos años, en los cuales iba y venía constantemente de una ciudad a otra, encargándose de las dos sedes de Advertisement Woods, hasta que decidió vender la original e invertir fuerte, pero sutilmente en publicidad en la misma agencia. Pensaba que había tomado buenas decisiones después de todo. 

Our favourite song. (Clexa AU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora