Después de clases||YoonMin

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"Su corazón latía a mil por hora, no podía apartar su mirada de ese chico castaño, que lucía malditamente adorable con un suéter celeste y sus mejillas sonrojadas. Era nuevo, se notaba en lo nervioso que se veía, y como su mirada se dirigía a cualquier punto de la escuela. [...]

No, no estaba acosando a un chico dos años menor y no, no lo había averiguado gracias a Taehyung, que por cierto, le dijo que aquel niño bonito se llamaba JiMin, se la había pasado toda la semana susurrando su nombre en voz baja porque sonaba muy bonito. [...]

¡Vamos YoonGi, tu puedes!, era lo que se repetía por cada paso que daba cerca del menor, era la primera vez en la que le hablaría y era para pedirle una cita aunque nadie tenía que saberlo.
Oh sí, las cosas habían resultado más que bien y tuvo que tener mucho autocontrol para no apretar las adorables mejillas que el menor poseía.

Y ahí estaba, en medio de una heladería escuchando atentamente todo lo que el menor decía, sonriéndole cada vez que el menor creía que lo aburría con sus tontas historias (que el mayor sería capaz de escuchar ciento de veces para hacer feliz al contrario)

Y sin que lo esperase ninguno de los dos, YoonGi habló y le confesó sus sentimientos, aclarando que realmente había caído enamorado del pequeño desde la primera vez que lo vio, oh, Min YoonGi se sorprendió de no caer desmayado al ver a JiMin confesando sus sentimientos con la cabeza hacia abajo mirando sus deditos que jugaban entre ellos, y un muy adorable sonrojo en sus mejillas.[...]

Había pasado el mejor mes de su vida, todas las tardes se la pasaba con JiMin o hablando con JiMin, su vida se resumía en JiMin y solo él. Hoy era el día, había invitado al menor a una cita en su casa, usando la típica excusa de ver una película, ese día le pediría formalizar su relación.

Todo había salido perfecto, su pequeño había aceptado después de escuchar el pequeño discurso que YoonGi había preparado diciendo el porqué debía ser su novio. Y ambos no podían estar más que felices.[...]

Y las primeras lágrimas llegaron, todo empezó cuando sin querer JiMin preguntó porque YoonGi no se acercaba a besarlo o al menos a hablarle cuando estaban en la escuela, y fue ahí que el mayor le explicó sus miedos y dudas, pero le dejó en claro que lo amaba, que realmente lo amaba y sería así, que solo esperara por él y JiMin aceptó. [...]

Y se mantuvieron así por casi dos años, pasando todas sus tardes juntas, durmiendo en la casa contraria, abrazándose, besándose, jugando, peleando de broma, reuniéndose con amigos, pero juntos. Hasta ahora, que YoonGi se había librado de sus miedos para entregarse plenamente a JiMin, sin importar lo que la gente diga de ellos porque lo único importante era su JiMin y sus amigos."

—Hyung... ¡hyung!—el pequeño gritó del menor lo sacó de sus pensamientos, girando a verlo mientras este tapaba su cuerpo desnudo.— ¿en qué pensabas, Yonnie?

—En nuestra primera vez.— soltó sin malicia alguna el mayor, quien miro extrañado el rostro sonrojado del menor.

—¡Hyung! ¿¡Por qué piensa en esas cosas!?— JiMin escondió su rostro en el pecho del mayor mientras escuchaba como este reía.

—Ah Minnie, eres un pequeño malpensado... No me refería eso, lo que quería decir era que recordaba desde la primera vez que te vi, hasta nuestra primera pelea, nuestras primeras lágrimas y nuestra primera muestra de amor.— YoonGi habló tomando de las mejillas al pelirrosa para acariciarlas lentamente.

—Eso... eso es muy tierno, hyung.— el moreno se alzo rápidamente para depositar un pequeño beso en los labios del pálido.

Otra risa se escuchó en la habitación.— Ah Minnie, yo realmente te amo, no me dejes nunca.

—No lo haré, me tendrá con usted siempre, nosotros debemos estar juntos, hyung.

—Claro que sí, mi pequeño, nos mantendremos juntos siempre.— besó una última vez los labios contrarios para levantarse de cama e ir a preparar el desayuno.