Sendero de mentiras (Yuri on Ice Fanfic-Viktuuri)

Capítulo 3.- Máscaras

Holi!!

Luego de desaparecerme, he vuelto, prometo no dejar la historia y en serio espero que sea de su agrado, yo sé que el Fandom de Yuuri on Ice ha sufrido muchos golpes y controversias, pero soy de ese porcentaje que aún tiene fe en este mundo y estos personajes, sin importar la adversidad.

Peeero bueno, dejemos el drama y continuemos con esta historia ;)

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Capítulo 3.- Máscaras

La sorpresa en su rostro era digna de apreciar, Yuuri contemplaba el artefacto con muchísimas preguntas, él mismo en su momento las tuvo cuando dio con el teléfono entre sus cosas, después de la locura que le había acontecido. Viktor sabía cuándo usar sus cartas y cuándo no, en ese momento se había sentido enfadado, pero al dar con el aparato, supo que todo comenzaba a sonreírle.

Casi del mismo modo en el que Yuuri le estaba sonriendo en ese preciso momento.

—Si no me equivoco, dijiste que este es el comienzo de nuestra investigación—conjeturó el japonés mirando una vez más el celular sin entender—. ¿Cómo un celular lo hará?

—No es cualquier celular, se trata de tu teléfono celular, el que usabas el mismo día que ocurrió "aquello".

Tal argumento fue suficiente para que los ojos le brillaran al joven amnésico. Intentó encenderlo y cuando los créditos de marca del aparato se mostraron, Viktor sonrió con satisfacción ante su entusiasmo. Para muchos era una pista vaga, pero ambos sabían muy bien qué clase de información podía tener un teléfono. Registros de últimas llamadas, mensajes, fotografías y lo más importante, perfiles de Facebook e Instagram. Si había algún modo en el que podían descubrir quién era el chico que aparecía en sus sueños y su paradero, era ese precisamente.

—Mi familia dijo que mi teléfono se perdió, fue la razón por la que compré otro.

—Tu familia te ha mentido mucho últimamente—ironizó Viktor pero al notar cómo el semblante de Yuuri se apagaba ante tal verdad dicha de forma directa, se sintió como un idiota—. Lo lamento Yuuri, no debí decirlo así.

—No mentiste—respondió el joven con una sonrisa triste—. Ya no puedo confiar en nadie.

Puedes confiar en mí, mencionó en sus pensamientos el ruso, pero imaginó que sería demasiado raro. En un modo de distraerlo de su reciente tristeza, se le ocurrió preguntar cosas casuales.

—¿Y qué tal va la escuela? ¿Practicas el violín a menudo?

Fue la mejor idea que pudo haber tenido en años, Yuuri volvió a sonreír iluminando sus ojos y con cierta vergüenza comentó lo que estaba en sus planes con respecto a la música.

—En realidad sí, este fin de semana tendremos una presentación entre todos mis compañeros, algo así como una orquesta. Pequeña obviamente, nada se compara a lo que tú haces—enrojeció sin comprender el motivo y mucho menos sus impulsos de seguir hablando—. Tal vez... te gustaría asistir... la entrada es libre.

Oh encantador, musitó en sus labios fascinado por la vergüenza del menor y, olvidándose del hecho de que para Yuuri su contacto era muy nuevo, volvió a atreverse a tomar su mano entre la suya, era cálido y lograba que los colores se le subieran al rostro al japonés, lo cual le encantaba en demasía.

—Estaría honrado de asistir, puede que no lo creas, pero tengo muchas ganas de verte tocar.

—En ese caso te daré los datos—buscó en su actual teléfono la dirección y horarios en los que se presentarían. Viktor recargó su mejilla en su mano libre, pues a pesar de la búsqueda, no había soltado la de Yuuri para nada.