Mordidas

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Título: Fetiches sexuales

Sumary: Los deseos más oscuros se esconden detrás de algo tan inocente como la ropa.

Para el reto Kinktober, todo un mes con fetiches sexuales como tema principal.

Advertencias: Ooc, Limme, Lemon, Lenguaje adulto, Situaciones para adultos.

Disclaimer: Naruto no me pertenece.

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XIII. Mordidas.

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ADVERTENCIA: PAREJA YURI.

El silencio de la medianoche y el hecho de que la mayoría de los habitantes Hyuuga estuvieran dormidos le había ayudado bastante, aun así fue muy difícil pasar desapercibida por esos ojos que todo lo ven. Ahora daba gracias a Hinata que le había enseñado como escabullirse hasta su cuarto en la época en la que no le permitían ni verla, ahora que era conocida como una heroína en todo el mundo shinobi ver la cara de Hiashi aguantarse cuando llegaba de visita no tenía precio.

No había pensado muy bien sus acciones, pero al llegar al marco de la ventana y entender que debían hablar comenzó a ponerse nerviosa y a arrepentirse.

¿Qué le diría?

"Oye Hinata, sabes, me gustó lo que hicimos a pesar de que te rechacé horriblemente y..."

No, eso no.

"¡Hinata, exijo una explicación, pero sobretodo que continúes con lo que empezaste, hazte responsable por mi calentura...!"

No, eso era todavía peor.

"Hinata, ¿me amas?"

En automático su rostro comenzó a ponerse rojo y empezó a balbucear cosas incomprensibles al pensar en esa posibilidad. Porqué Hinata no era de las que usaban y se marchaban como el idiota de Sasuke, ¿verdad?

—¡Naruko-chan! —No pudo advertir la presencia de Hinata hasta que la sintió aferrarse a ella en un fuerte abrazo que la hizo tensarse y ponerse más nerviosa todavía. Con lo que hizo esperaba otro tipo de bienvenida, pero sentir la suave presión de sus enormes pechos casi al desnudo contra su rostro caliente fue mejor que nada. Dejándose llevar por el instinto enterró la cara en sus redondos atributos y la abrazó de vuelta, feliz de haber ido. —E-Espera, no te mu-muevas así—suplicó la pelinegra, reprimiendo un gemido. —¡Vas a caerte! —exclamó alarmada al sentirla irse hacia atrás, jalándola por reflejo y ocasionando que cayera sobre ella. —¡Naruko-chan, despierta!

Tironeó de ella, pero la rubia no parecía querer soltarse, murmurando quién sabe qué. Hinata sentía que podría morir, se había arrepentido tanto de haber actuado tan imprudente en la tarde y ahora, con la mujer que amaba sobre ella haciéndole las cosas tan difíciles, apenas evitaba el desmayo.

—¡Oh, Hinata, no sabía que esto se sentiría tan bien...!

—¿Qué? —cuestionó incrédula, gimiendo de placer y sorpresa al notar como su amiga besaba juguetonamente el valle entre sus senos, mientras la miraba traviesa. —E-Espera... ¡Tú me rechazaste! —recordó, señalándola algo molesta. —P-Pensé que me odiarías y... ¡Ah! ¡N-No hagas eso!

Naruko, ignorando sus palabras en venganza por haberla ignorado a ella hace unas horas, siguió arrastrando la ligera tela del camisón por todo su hombro, besando cada centímetro de piel.

—¿Hacer qué? —respondió malvada, descubriendo por completo su torso, agradada de que ella no llevara sostén. La pelinegra la miró ansiosa al verla acercarse a uno de sus pechos con su lengua rozando peligrosamente la piel sensible. —¿Esto? —preguntó, lamiendo de su punta.

La pelinegra jadeó en un murmullo demasiado alto cuando aquella lengua llegó al pequeño botón rosado, girando en círculos, rotando lentamente sobre su pezón estimulado. Presionando, mordiendo y pellizcando cada tanto con su mano libre. Hinata gimió sin reparos, no creyendo que fuera la misma Naruko quién jugara tan placenteramente con ella.

Una y otra vez sintió un espasmo recorriéndola cada que ella mordía suavemente. El placer le nublaba la mente y la obligaba a cerrar los ojos, Naruko recibió a ambos pechos en su boca con el mismo generoso trato provocando que se humedeciera su centro, exhalando fuertemente cuando la sintió moverse por debajo de la tela en camino a su entrepierna.

—N-Naru-chan... ahhh...

—Hi-Hinata, no sabía que estabas ansiosa por verme —acotó, al deslizar fácilmente sus dedos entre los húmedos pliegues, acariciando su clítoris con cuidado. Fue justo cuando la pelinegra recordó que por estar apurada al escuchar ruidos extraños en su ventana solo se había colocado el camisón sin ropa interior.

—¡N-No es lo que crees! —negó desesperada, jadeando las palabras. —Y-Yo sólo...

Divertida por su reacción, la rubia decidió dejar en paz sus pechos para centrarse en los tentadores labios carmines que se moría por probar.

—Cállate y bésame —ordenó, apropiándose de su boca entreabierta, metiéndole la lengua hasta el fondo. En medio del roce de su cuerpo presionando el suyo y el modo en que deslizaba sus dedos sobre el centro de su excitación Hinata se sintió superada por la intensidad del primer orgasmo a manos de su mejor amiga.

—Es-eso fue...

No pudo terminar, pues Naruko le dio la vuelta, cambiando posiciones y dejándola encima de ella.

—Muy bien, es tu turno —murmuró maliciosa, señalándose a sí misma.

—M-Mi turno... —mencionó incrédula, asimilando la información. —¡Pero...!

La rubia volvió a callarla con un beso dulce y mucho más lento, entendiendo sus dudas.

—Sí, mira... Yo sé que me porté mal cuando te rechacé tan bruscamente, pero es que me tomaste por sorpresa.

—Y tú a mí, al venir aquí —agregó ligeramente molesta la de ojos claros.

—Sí, bueno. ¡Tú empezaste! Si me lo hubieras dicho en vez de lanzarte hacia mí podría haberlo tomado mejor.

—Lo siento —expresó arrepentida. Al ver que estaba por poner los ojos de cachorrito perdido que le hicieron mortificarse en la tarde le sonrió, intentando calmarla, acariciando su largo y sedoso cabello negro con ternura.

—No te preocupes, si no hubiera sido por... eso —dijo avergonzada. —Yo nunca... bueno, no habría entendido que también me gustas.

—¿En serio? —Hinata sonrió, y sus ojos brillaron tanto que no pudo seguir manteniéndole la mirada por el bochorno.

—En serio... ¡Ahora termina lo que empezaste!

Sin esperar nada más Hinata se lanzó directo a sus labios, dispuesta a hacerla sentir el mismo placer que le entregó.

OoOoO

Notas de Kou: Como que me dieron ganas de hacerles un fiC (?) Ok, once de la noche y me faltan demasiados días, estoy empezando a perder las esperanzas... Ah, es que no les había mencionado que el lunes mi hermano se lleva la compu, así que solo puedo escribir hoy y el martes, aparte de que me faltan dieciocho días de la otra historia -.-U

Haré yaoi para nivelar el asunto y diversificar esto y no me van a detener (?)

PD: En mi vida he escrito yaoi, excepto las ciento y cacho de palabras de un reto xD

Fetiche sexual | NaruHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora