Twenty-Third Night

3.2K 461 898
                                    

De nuevo los mismos pensamientos me rondaban. La misma tortura de los últimos días; los golpes no eran nada en comparación a mi mente.

Mi mente mata más rápido que cualquier asesino.

El escosor de mi pecho ya se había ido. Ya no lo sentía como antes... Ahora era peor. Ya no lo sentía. Ya no podía sentir nada exterior, sólo dolor mental. Nostalgia, tristeza, depresión, pero sobre todo, decepción.

Traición pura.

¿Por qué?

Porque Finn ya no va a volver. Nunca. Nunca. Nunca. Me abandonó, me dejó sólo, y aquí no hay nada que pueda hacer.

Ya no quiero extrañarlo, pero ¿Cómo no extrañar los brazos que te abrazaban todos los días? ¿las sonrisas, risas, lágrimas, muecas que acompañaban tu día a día? No debí acostumbrarme a ser feliz, porque como puedo ver, la felicidad a mi me dura muy poco.

Quizás estoy destinado a ser miserable.

-Niño... Ah...- entró Marcus, abriendo la cortina, causándome un escalofrío. Las fechas se ponían cada vez más y más frías. Heladas.- Baltazar quiere verte... Dice que esta vez si no hablas, pues...Él... Ah, sólo ven, y di lo que sabes ¿vale? Te prometo que todo irá bien, pero debes decirnos donde está Finn y Francis. Sólo eso.

Me levanté muy lentamente, y asentí. Esto ya era rutina diaria, se estaba volviendo mi vida. Ni siquiera me esforzaba en, repetir, que no sabía a donde se habían metido. Sólo me levantaba, llegaba con Baltazar, y pasaba unas cuantas horas con sus amigos en la mañana, y otras en la noche. Estas eran las de la noche... Las últimas, no sé si de mi vida, o del día.

Como mínimo hoy dejé de llorar, por todo. Me dejó de doler.

A medio camino Marcus me habló.

-Hey... Jack.- Me dio un empujoncito amistoso en el hombro. Me dolía la marca que tenía ahí.- ¿Por qué no nos dices dónde están?

-No lo sé...- Mi abría sorprendido de lo destruida que estaba mi voz, pero ya me lo esperaba. Últimamente había estado gritando mucho, y supongo que ya estaba desgarrada. Sí, eso sí dolía.

Marcus suspiró, y seguimos caminando. Por unos segundos decidí mirar atrás.

¿Finn?

Mi corazón comenzó a palpitar... Pero... La decepción fue asquerosa cuando miré bien, y sólo era una chica con una coleta, de rulos azabaches. Él ya no va a venir, Jack, aceptalo. Deja de pensar en él.

Mi corazón dolía. De nuevo.

-¿Vas a pasar con Baltazar o...?

Me fui directo a la carpa junto a la de Baltazar. La pequeña, la que tenía olor a muerte. A la que había ido día y noche estos últimos tres días.

Cuando entré aún no había nadie; seguramente Baltazar les estaba diciendo que me mataran. Lo sabía, y sinceramente, me harían un favor. Me ahorrarían algunas cosas...

...

Dios, ¿desde cuándo pienso así? ¿qué me pasó...?

Mejor dicho, ¿qué no me pasó?

Reí, lleno de ironía. Esto apesta.

-Jack ya está aquí, mira nada más.- se burló, el más alto de todos. Nunca me mostraron sus rostro, los ubicaba como el más alto, el más bajo, el de voz atrasada y el que tenía voz de hombre adulto. Eran 4 hasta donde yo sabía.

-¿Qué le haremos hoy? -preguntó el de voz retrasada. Se iban acercando lentamente, mientras yo solo me sentaba con la cabeza gacha sobre la mesa.

C I R C U S | FackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora