Los días transcurrían con más rapidez de la que Nightmare hubiese deseado, pues cada nuevo amanecer, significaba un nuevo plan fallido, un nuevo error de cálculo que perjudicaba la misión entera.
Y hablando de errores, aquel esqueleto de nombre igual no parecía aportar en nada, negándose a participar en misiones que no tuviesen que ver con la destrucción, llegando al punto de hacer sus propios berrinches –aunque, según él, era defender su derecho y contrato–.
Lo que ocasionaba risas entre los integrantes del grupo, quienes realizaban bromas respecto, tratándolo como niño sólo para molestar o, incluso, metiéndose en riñas con el mismísimo Nightmare, burlándose de su “incapacidad” por mantenerlo a raya.
“Incapacidad, por supuesto.”, pensaba el líder ante su ceguera, nadie veía cómo los utilizaba, cómo se preparaba para dar un golpe a su propio grupo. Pronto le iban a respetar, pronto le iban a temer como debía ser.
—Y para ello, debo comenzar con el más rebelde de todos. —Sonreía de tan sólo imaginar a aquel esqueleto lleno de glitches a su merced, obedeciendo cada una de sus órdenes, usándolo por fuera, rompiéndolo por dentro. Al finalizar, no quedaría nada de felicidad en el destructor.
Sus fantasías deberían esperar para regresar a su mente, pues los integrantes del grupo llegaban tras haber sido obligados a asistir a una reunión por parte de su jefe, su nuevo objetivo sería secuestrar a Dream. En sus rostros se veía el cansancio, y es que Nightmare les estaba exigiendo demasiado, más de lo que ellos mismos podrían imaginar. Luchas todos los días, derrotas y huesos rotos, no les disgustaba, por supuesto, pero era agotador, especialmente si eran amenazados y puestos bajo constante presión.
Error no llegó a la reunión a la hora ordenada, así que decidieron empezar sin él. Su plan fue trazado y preparado con detalle, el día terminó para cuando lograron tener una organización que podrían catalogar como “buena”. Sin embargo, el destructor nunca apareció, ésa fue la chispa que lo encendió todo.
Envuelto en cólera, aquel esqueleto cubierto de oscuridad dejó su segura guarida hacia el universo donde no es usual verle a él, ni a algún otro integrante de su grupo. Por supuesto que el glitch era una gran excepción, incluso el Sans de aquel AU aseguró que le era raro no verle a él o un rastro de sus hilos. Irradiaba una gran negatividad, más de la que acostumbraba, quería arrancarle la cabeza de una buena vez y terminar con ésa maldita espina en su zapato.
No, debía ser paciente. Sólo así cumpliría su objetivo principal desde que le echó el ojo encima al destructor de AUs, uno de los monstruos más temidos, uno que le otorgaba una gran cantidad de sentimientos negativos.
Cerró sus cuencas, sonriendo sin saberlo, no se trataba de algo tierno, todo lo contrario, su rostro expresaba tanta maldad, tantos deseos, tanto odio. Había tanto por ver en ésa simple mirada, pero a la vez parecía imposible ser capaz de visualizar sus verdaderas intenciones. Probablemente sea porque ni él mismo las conocía, ¿qué se supone que haría cuando comience su juego maestro? ¿cómo nadie sospecharía?
De pronto se sintió increíble, una gran ola de terror y pánico se acumulaban en una zona específica, eran pocos quienes la experimentaban, pero también había algo sorprendente, alguien estaba allí y sus niveles de negatividad eran tan exagerados que le parecían irreales. Sabía perfectamente de quién se trataba.
Se acercó al glitch con calma, asegurándose de mantener una postura seria y autoritaria, demostrarle que iba enserio la amenaza que iba a darle. Sin embargo, no podía evitar sonreír, la energía que Error emanaba era simplemente maravillosa, perfecta. Era algo que amaba de él, su excesivo odio por todos. Aquello sólo lo hacía más fuerte, provocaba que estar a su lado fuese algo increíble, siempre se sentía poderoso, imparable, creía que nada ni nadie podría derrotarlo... Hasta que el destructor se apartaba y nuevamente volvía a ser el mismo de antes; un ser débil que no puede robarle una maldita manzana a su hermano, un estúpido que siempre termina haciendo el ridículo frente a sus subordinados porque ni ellos mismos lo toman enserio, un ser que es temido hasta que aparece el amado Dream a salvar el día.
Estar cerca de Error era algo emocionante porque le hacía parecer aún más poderoso de lo que era, un ser inmortal. Su aura era cautivadora, le atraía, le encantaba, es por eso que debía comenzar su plan rápido, de lo contrario alguien más se la robaría, alguien haría que el glitch se vuelva más positivo. Antes no tenía prisa alguna por ello, pero desde que ése maldito Sans de Underswap apareció, el destructor cambió radicalmente. Demonios, incluso ya había comenzado a comunicarse más con otros monstruos, ¿cómo no lo había notado antes? ¡Se lo estaban quitando de sus manos! ¡Lo apartaban de su lado! ¡Querían que perdiera a su joya más preciada!
Y él no lo permitiría. Error le pertenecería de una forma u otra. Aún si debía renunciar a todo lo que había conseguido, no tenía nada que perder, y arruinar la vida del glitch era sólo un pequeño sacrificio que se requería para alcanzar la perfección.
No podía seguir esperando, era hora de comenzar la mayor jugada de su vida.
—No te presentaste en la reunión. —Su voz grave y profunda le ayudaban para conseguir una gran autoridad, especialmente por aquel toque tétrico que utilizaba.—Quiero una explicación de inmediato o recibirás las consecuencias.
—¿Quieres una explicación? Pues bien, estaba comiendo chocolates y no quería ir. —Su respuesta encendió aún más la chispa con la que Nightmare había llegado, su rostro lo demostraba.—¿Qué? Me pediste una explicación, te di una explicación. Jamás dijiste que debía ser buena.
—Tenemos un trato, Error.
—Así es, yo destruyo universos provocando terror en los demás, tú te alimentas de sus sentimientos negativos. Yo torturo a los AUs y tú te diviertes de ello, no es algo que no sepa.
—Entonces deberías saber que debes presentarte en las reuniones. —Sus tentáculos se elevaban de modo que pudiera atacarlo con facilidad, pero se detenían al último segundo, no debía matarlo, no podía, aún no. Aquella mirada tan indiferente del ser de tonalidades negativas le solía encantar, sin embargo, ahora realmente le fastidiaba.
—Con tu grupito ése no tengo tratos, es únicamente contigo. No hay motivo alguno por el cual yo deba ir a ayudarte en tus planes de “Oh, quiero que todos estén tristes y necesito que hagan esto por mí mientras yo me quedo mirándolos como trabajan como los estúpidos esclavos que son”.—Una imitación barata y burlesca, el enojo se expandía por cada partícula de la pesadilla.—Tengo mis propios asuntos y son mucho más importantes que ir y ver cómo se golpean entre todos, juegos tan patéticos no van conmigo.
—Te vas a arrepentir de todo lo que haz dicho.
—¿Debería temblar, correr despavorido o suplicar por mi vida? Oh sí, ayuda, un estúpido pulpo me ataca, qué miedo. —Debido a sus rápidas reacciones fue capaz de esquivar el ataque que por poco recibe por parte del mayor.—¿Ya te hice enojar?
—Me vas a suplicar por tu vida, ya lo verás. —Tras decir eso, desapareció en el suelo, tenía mucho para pensar, demasiado que planificar.
Error había sido un maldito insolente por última vez.
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No diré nada para justificarme, sólo que siempre que iba a escribir era el tiempo que usaba para dormir ¿Y entre escribir y dormir--
Creo que ya todos saben que ganó xD.〖✿-Cxnni-❀〗
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Body [NightError]
Fanfiction"Miedo, rencor, furia, ira, enojo, odio". En el mundo existen miles de sentimientos positivos, así como negativos. Un paso en falso, y toda la felicidad por la que tanto tiempo se luchó, puede derrumbarse en un segundo. "Hace cientos de años, dos se...