La Gotera

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Un niño se quedo solo en casa, ya que sus padres estaban de viajes de negocios, lo único que lo acompañaba era su perro, él era muy fiel y cariñoso. Durante todas las noches el niño se acurrucaba en las sabanas dejando su mano rozando el suelo, esto era intencional puesto que su perro, que estaba debajo de la cama, lamia su mano, así el niño se sentía seguro y tranquilo.

Un día el niño como de costumbre se iba a la cama a la misma hora, se acurrucaba en las sabanas y dejaba su mano rozando el piso, el perro le lamia como de costumbre por lo que el niño durmió tranquilo.

En medio de la noche el niño se despierta, ya que escuchaba un ruido muy molesto, dicho ruido era constante, el niño por el sueño no lograba reconocerlo pero con el pasar del tiempo pudo dilucidar que lo que estaba escuchando era semejante a una gotera, lo raro es que esta gotera tenia un intervalo distinto, y eso era lo que lo hacia sumamente molesto, puesto que se demoraba por lo menos 3 segundos entre gota y gota; pasado 30 minutos el niño seguía con esa inquietud, así que decidió bajar su mano para que su perro lo lamiese, y efectivamente, tan pronto bajo su mano el perro empezó a lamerlo, eso tranquilizo al chico el cual quedo profundamente dormido.

A la mañana siguiente, el niño se levanta y ve en el piso manchas de sangre y rasguños por todo el suelo, llama a su perro pero no lo encuentra, con miedo y confundido decide seguir la sangre, puesto que la sangre seguía un patrón o un camino el cual llevaba al baño, el niño temblando fue hasta la puerta del baño, y en eso dio un gran grito que estremeció a todos los vecinos los cuales llamaron a la policía; ellos al llegar encontraron al niño en posición fetal llorando repitiendo la frase "¿Quien me lamió?, ¿quien me lamió?". Los efectivos policiales subieron hacia la recamara en la cual llamo su atención el camino de sangre, al llegar a la puerta del baño se levaron una gran sorpresa, ellos encontraron al perro colgado desde el cuello con un gancho de res el cual goteaba sangre, y por si fuera poco al entrar encontraron un espejo el cual estaba con un mensaje ensangrentado, este decía.

- NO SOLO LOS PERROS LAMEN-  

Historias que te helaran la sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora