El secreto

20 0 0
                                    

Camino de noche hacia el extenso bosque, hoy mi padre me dio una paliza y me ha mandado a recoger leña, realmente no quería salir a por leña hoy, hace mucho frío, eso demuestra que el invierno esta cerca; soy malo lo sé de lo contrario mi padre no me hubiera golpeado ni mi madre me hubiera insultado. Llego al bosque, mi única amiga es mi hacha, ella me a acompañado desde que tengo memoria, se podría decir que es parte de mí; oh perdón por la descortesía, no te he dicho nombre, me llamo Jacobo Maurer, aunque no acostumbro a mencionarlo puesto que mis padres nunca lo usan, en cambio usan términos que para cualquiera serian ofensivos. Me paro frente a un árbol caído, alisto la hacha para partirlo a sacar algo de leña pero soy interrumpido por una voz que me dice

- Oye niño ¿que haces aquí?- 

Al escucharlo los pelos se me erizaron y la piel se me puso de gallina, ¿que era eso?, ¿acaso fue producto de mi imaginación? o tal vez era...

- Oye niño el bosque es demasiado peligroso en la noche-

Lo volví a escuchar, definitivamente estaba asustado, de seguro tú también lo estarías si escucharas una voz en plena noche y peor aun si no sabes quien esta hablando.

- Eh, por favor no me ignores, no estas solo yo sigo aquí-

Definitivamente algo andaba mal, de seguro era un ladrón al paso o un violador o ...no sé, la verdad nunca, en toda mi vida, había escuchado una voz, siempre salgo casi a la misma hora y hasta ahora pensé que yo era el único que visitaba el bosque a estas horas.

- ¿Qué quieres?- pregunte con temor.

- Solo quiero hablar un poco, amiguito, ven para que podamos conocernos; estoy a tú derecha, solo camina un poco-

No sé porque pero camino, a mi derecha dijo, yo conocía este bosque, lo conozco de toda mi vida, es por eso que pude notar que me dirigía hacia un gran roble, un roble enorme en el cual, junto con mi hacha, eran mis confidentes, mis guardianes de mis sentimientos.

- Niño, estoy aquí en el árbol,... conoces bien este árbol, ¿verdad?-  

No sé que quería el de mí, pero algo dentro de mí me decía que debía hacerle caso a pesar de que mi mente y conciencia decían que no, mi cuerpo por alguna extraña razón quería ir hacia la voz. Fue entonces cuando, al acercarme pude notar un pequeño hueco en el centro, ese hueco estaba desde siempre solo que más pequeño lo cual me sorprendió, hasta ayer ese hueco era grande, era como si de pronto el árbol hubiera crecido, en eso mis ojos se desviaron hacia una figura en una de las ramas, dicha figura se asemejaba a la de un anciano, algo flacucho y encobrado; hasta ahora me pregunto como pude escucharlo estando él a una distancia considerable de mí. Al verlo me dio un escalofrío por todo el cuerpo, era como si el mero hecho de que los dos estemos mirándonos afectara algo dentro de mí, asustado por la sensación di un paso hacia atrás con la intención de irme pero...

- Eh, ¿a donde vas?, no te voy a hacer nada, solo quiero hablar un poco... ya nadie habla conmigo-  

Asustado por lo que ese viejo podría hacerme me quede de pie frente al árbol.

- Tú te llamas Jacobo Maurer, ¿cierto?-

La pregunta me sorprendió, ¿como era posible que ese viejo descubriera mi nombre?

- Sí- respondí asustado.

- Je, nuevamente tus padres te enviaron a cortar leña, ¿no es cierto?, mi pequeño-

Acerté con la cabeza, lo admito tenia miedo ese viejo sabía mucho de mí, me hubiera ido pero la curiosidad me mataba por lo que decidí seguir conversando.

- ¿Quien eres?, ¿como es que sabes tanto de mí?- pregunté.

- Eso no tiene ninguna importancia por el momento..., mejor dime, amiguito ¿como es tu vida?- 

Historias que te helaran la sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora