Mi Hermanita

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Una pareja de esposos con un hijo, estaban esperando otro hijo, querían disfrutar de unas vacaciones en soledad pero el problema era su niño de 10 años, ¿con quien se iba a quedar?, ¿como iban a garantizar su bienestar?, esas eran sus preocupaciones así que para solucionarlo llamaron a una niñera, una de muy buena reputación para hacerse cargo del niño.

Es así que llegado el día, los padres alistaron sus maletas y cuando cayo la noche llamaron a la niñera, ella vino y de forma educada ingreso a la vivienda, los padres se llevaron una buena impresión de ella por lo que se fueron tranquilos; el niño estaba jugando con sus juguetes en su recamara mientras la niñera veía la tv en la sala. Luego de 2 horas la niñera se paró y subiendo las escaleras se dirigió hacia la recamara del niño con el fin de comunicarle que ya era la hora de dormir, el niño muy obediente guardó sus juguetes, se cambio de ropa y rápidamente se metió entre sus sabanas tratando de conciliar el sueño, la niñera volvió a ver la tv confiada que el niño estaría dormido, sin embargo el niño por más que intentaba no lograba pegar el ojo por lo que para matar el aburrimiento se paró, agarró su Game Boy y tapándose con sus sabanas se puso a jugar, todo normal hasta aquí, el niño concentrado en su juego mientras la niñera estaba en la sala con la tv, pero es aquí cuando la historia se pone rara. 

Luego de un rato el niño pierde la concentración por unas risas que escuchaba en el pasillo, eran unas risas muy ruidosas, era imposible que no se escucharán, el niño intrigado deja pausado el juego y trata de ver si puede volver a escuchar esas risas y ver de quien era, pero en ves de risas el escucha las pisadas de la niñera que esta subiendo las escaleras de forma rápida; el niño asustado guarda el Game Boy, de pronto de golpe la puerta se abre.     

- Eh, te dije que te acostarás- grito la niñera- ¿que haces jugueteando en el pasillo?, no creas que no te escuché-

El niño confundido trata de explicar lo que había pasado pero la niñera se fue antes de que pudiera articular palabra, sin darle mayor importancia trata de dormir, sin embargo igual que antes, el niño no puede dormir, él sin mayor remedio saca el Game Boy y se pone a jugar, esta ves trata de ser lo más cuidadoso posible, no quiere que la niñera vuelva a descubrirlo. Pasados 10 minutos desde que se puso a jugar él nota algo raro, una sensación que todo ser humano tiene, esa sensación de ser observado, él se quita la sabana de encima para ver quien lo estaba viendo, al hacerlo su piel se pone de gallina y un escalofríos recorre todo su cuerpo, y no era para menos ya que ante él estaba una sombra color blanco con forma de niña que lo estaba observando, ambos se estaban mirando fijamente acompañados de un gran silencio incomodo, ella suelta una leve sonrisa y se despide para luego desaparecer en la oscuridad, el niño algo asustado trata de llamar a la niñera pero ella se le adelantó.

- Eh, no te dije que te echaras a dormir- señala el pasillo- te he visto como corres de acá para allá- se da media vuelta.

- Pero...- 

- Pero ¿que?- pregunta de mala gana.

- Yo no estaba ni jugando en el pasadillo ni riendo- saca su Game Boy de la almohada- yo estaba jugando con el Game Boy- 

La niñera se pone pálida, se nota que un miedo recorre su cuerpo, rápidamente agarra la mano del niño.

- Ven conmigo, es mejor estar juntos- 

Ambos se dirigen hacia la sala y juntos ven la tv. La niñera le cuenta al niño que sus padres habían sufrido un accidente y que su madre estaba en estado critico. Casi como arte del destino vuelven a llamar, era el padre diciendo que la madre había perdido a su hijo, más tarde el niño se enteraría que el niño no era un niño, sino una niña.  

Historias que te helaran la sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora