Las escaleras

26 0 0
                                    

Estoy aburrido, ayer mi madre me prohibió jugar en el patio, y todo porque de casualidad rompí una ventana con la pelota, se que estuvo mal pero también era la primera vez que lo hacia en toda mi vida... y al parecer es la ultima; estuve todo el día encerrado en mi cuarto tratando de distraerme, dibujaba pero luego se me acababa la inspiración y lo dejaba, agarraba un rompecabezas, la misma historia; entonces en medio del aburrimiento baje a la sala, cuando bajaba mire a mi hermano mayor sentado en el sillón frente al televisor, demonios me robo la idea, en mi desesperación por matar el rato decidí subir y bajar las escaleras, ya que estoy en las escaleras, ¿por que no?, entonces empece a subir escalón por escalón, después de subir y bajar; de tanto golpe en la escalera mi mama vino y me dijo que no hiciera tanto escándalo pero al explicárselo creo que entendió, aun así me dijo que no hiciera tanto alboroto. 

Luego de hacer 5 veces la operación decidí subir la dificultad, ahora seria de 2 en 2, luego de hacerlo como 10 veces, quise empezar de 3 en 3 pero por lo pequeño que era seria prácticamente imposible, con solo intentarlo me podría caer de cabeza contra un escalón para luego caer por las escaleras, definitivamente no puedo hacer eso, entonces decidí subir los escalones y contarlos a la vez, se que es ridículo pero ponte en mi lugar, ¿que harías si te aburres y no puedes jugar?

Conté 14 escalones, subí y baje, otros 14 escalones y así hasta que cuando iba por la novena vez conté 16 escalones, ¿que? me dije yo mismo, es imposible debí contar mal, volví a hacer la operación, 14 escalones, me estoy volviendo loco, mejor dejo las escaleras por hoy, justo cuando pensé eso mi hermano había dejado la televisión y cuando paso por mi costado escuche un murmullo de él.

-- Que hermano tan retrasado tengo--

Trate de devolverle el insulto pero no fue tan ingenioso como lo pensaba, él solo se rió y se fue a la cocina, bueno por lo menos dejo libre el televisor, me senté en el sillón y puse mi canal favorito, estaban dando una serie que me encantaba, así estuve por todo el día.

A la mañana siguiente desperté muy imperativo, tanto así que corrí por toda la casa, me puse debajo de la mesa, fui al cuarto de mi hermano y salte sobre su cama, la verdad ya estaba algo grandesito como para hacer eso, pero no me importo se sentía bien, baje de nuevo a la sala, esta vez conté los escalones, 18 escalones, definitivamente algo andaba mal en mi cabeza, me puse a contar al ojo, 15 escalones, me alarme bastante, fui corriendo a por mi hermano y le conté lo que me había sucedido, él como era de esperarse no me creyó, es más se burlo de mí, pero fue tanta mi insistencia que termino aceptando, le dije que contara los escalones mientras yo bajaba, 18 escalones, mi hermano contó 18 escalones en mi cara, yo ya estaba por volverme loco, mi hermano se fue a su cuarto del aburrimiento, entonces se me ocurrió una idea, contar los escalones con los ojos cerrados.

1, 2, 3 y así, conté hasta llegar a 18 escalones, pero algo andaba mal, sentía que las escaleras seguían, seguí bajando; 19, 20, 21, 22...,  ¿que esta pasando? , no recuerdo que las escaleras fueran tan largas; 40, 41, 42, ¿a donde iban estas escaleras?, baje por alrededor de 1 hora, ya estaba por el escalón 120 y parecía seguir, no podía aguantar la curiosidad, ¿que estaba pasando?, ¿a donde me conducían estas escaleras?, quería abrir los ojos pero algo me decía que no lo haga y que siga contando; 150, 151, el silencio que caracterizaba el ambiente fue poco a poco cambiado por unos pequeños gemidos, si no fuera porque estaba concentrado seria imposible escucharlo; 160, 161, 162, esos gemidos poco a poco se escuchaban más y más, acompañados de gritos, parecían de personas, ¿que tipo de lugar es este?; 170, 171, 172, escuchaba como si algo increíblemente grande arrastrara algo muy pesado por el suelo, también podía escuchar como una cosa filosa cortaba como carne y cuando lo hacia uno de los gritos parecía cesar; estuve bajando por mas de 2 horas y las escaleras no parecían tener fin, en cambio los gemidos y gritos se hacían cada vez mas fuertes y claros.

-- Por favor, ayúdame--

-- Por favor piedad--  

-- ¡Ayuda!--

Era lo que se podía escuchar, cuanto más bajaba los gemidos eran cada vez más fuertes e irreconocibles en cambio los gritos eran perfectamente reconocibles.

-- ¡Matenme!--

-- Nunca debí haber hecho mal en mi vida--

-- Por favor, paren esta tortura--

-- Lleven mi alma al reposo, matenme--

Esto se repetía por cada paso que daba, ya no quería abrir los ojos, tenia miedo de lo que podía ver, solo quería regresar, pero mi cuerpo al parecer no quería irse, es más, bajaba por cuenta propia; seguí bajando hasta que por fin, el ultimo escalón, el escalón 305, lo más raro fue que al pisar el suelo los gemidos, los gritos y sonido de carne siento triturada cesaron, estaba aliviado, me daba mucho miedo, quería abrir los ojos para ver como salir, pero de seguro no me gustaría lo que vería, y ¿si no hay salida?, no tiene que haber alguna, en ese instante el ambiente se hizo pesado al igual que el aire, un calor horrible empapaba todo el lugar, me estaba cocinando ahí dentro, decidí caminar para atrás y subir por las mismas escaleras que vine pero al tratar de palparlas con el pie no estaban, no me moví desde que pise este lugar, eso quiere decir que la escalera desapareció, desesperado comencé a caminar ya que al correr me dolían los pies del calor que el piso emanaba, mi única opción era caminar de poco en poco, así el dolor seria menos intenso, camine por mucho tiempo, ya me daba por muerto, quería abrir los ojos pero el miedo me ganaba, en eso toco con el pie una escalera, esta vez para mi suerte iba para arriba, estoy salvado, comencé a subir de manera rápida pero eso si contando los escalones, tan pronto como toque el primer escalón los gritos y gemidos regresaron, estaba decidido a salir de allí, cuando ya estaba por el escalón 80 me entro una curiosidad enorme, ¿donde estoy?, ¿que era ese lugar tan horripilante?, ¿a donde me conducían estas escaleras?, fue tanta mi curiosidad que decidí abrir los ojos. 

Cuando los abrí me vi en la parte baja de las escaleras, las estaba subiendo, sin dudarlo fui corriendo a la cocina, vi a mi madre y la abrace con todas mis fuerzas, ella me correspondió el abrazo.

-- Mama, te quiero mucho-- dije con lagrimas en los ojos.

Ella se asusto un poco y me dijo que había pasado, ¿por que estaba llorando?, le conté sobre aquella experiencia, todo con lujo y detalle; al terminar de contar ella me miro y dijo.

-- Estos niños de ahora, tienen una gran imaginación, eso te pasa por mirar esos programas violentos-- dijo mi mama con una sonrisa en la cara.

¿Imaginación?, si tal vez fue mi imaginación, mi mente que me jugo una broma muy pesada, convencido de que fue ella la responsable de lo ocurrido fui a mi cuarto a quitarme las zapatillas y cuando las vi, las suelas estaban completamente quemadas y mis pies tenían quemaduras de primer grado.        

Historias que te helaran la sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora