Pareciera ayer cuando pedí al vecino que me prestara una almohada para usarla como tu camita pues creía que el suelo sería demasiado duro para tí.
Pareciera ayer cuando te escuché toser por primera vez y me pareció tierno. Pero a mamá le pareció preocupante, entonces también me preocupé.
Pareciera ayer cuando abriste tus ojitos por primera vez y, ¡vaya sorpresa! Eran grises.
Comencé a preguntarme quién en la familia los tenía de ese color pero luego mamá me explicó que era normal en pequeñines como tú y que con el tiempo tomarían el color marrón común en la familia.
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Pareciera Ayer
Short StoryPareciera ayer cuando te veía crecer. Cuánto quisiera que no solo pareciera.